Este lunes, a las 16.30, falleció en el hospital de la ciudad de Rafaela un agente de la Policía Comunitaria que fue identificado como Jonatan Cabral de 26 años, y en el marco de la investigación policial y judicial fue aprehendido un suboficial de 29 años, ya que sería el presunto autor del disparo, realizado con su arma reglamentaria.
El suceso tuvo como testigo a otro suboficial, que es pariente de Cabral y que circunstancialmente se hallaba en la vivienda de calle Alvear al 1700 de esa cabecera departamental, que fue epicentro del suceso.
Manipulación irresponsable
El suceso tuvo lugar a las 14.30 de este lunes, en la mencionada dirección del barrio Barranquitas de Rafaela, donde se encuentra una pensión que era habitada por cuatro agentes de la Policía Comunitaria. A. O. A., suboficial de 29 años, manipulaba su arma reglamentaria (una pistola calibre 9 milímetros) frente a sus compañeros de trabajo, que en más de una oportunidad le pidieron y exigieron que no lo hiciera por los peligros que entrañaba la situación.
El mecanismo de disparo del arma de guerra fue accionado, el proyectil salió del tubo cañón e impactó en la cabeza de uno de sus compañeros de trabajo, el suboficial Jonatan Cabral de 26 años.
La situación no pasó desapercibida, ya que la deflagración del arma causó estupor en el interior de la vivienda y fue escuchada desde el inmueble en el que funciona la Policía Comunitaria, ubicado justo enfrente del lugar del hecho.
Varios de esos suboficiales que estaban de guardia, cruzaron la calle corriendo y vieron a Cabral tirado en el piso de una habitación, con la cabeza completamente ensangrentada. La víctima fue socorrida y trasladada de urgencia hasta el hospital de Rafaela. Pero la gravedad de la herida, que produjo pérdida de masa encefálica, le causó la muerte a las 16.30.
Inmediatamente, los agentes informaron del hecho mediante la frecuencia radioeléctrica a la Jefatura de la Unidad Regional 5° departamento Castellanos de la Policía de Santa Fe y de la Policía de Investigaciones (PDI), que junto a los agentes de la Policía Científica y la fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Angela Capitanio, estuvieron en la vivienda en la que se produjo el sangriento suceso.
Tras ello, la fiscal del MPA ordenó aprehender a A. O. A. y secuestrar su arma reglamentaria para someterla a peritajes. Además ordenó a los pesquisas de la Policía de Investigaciones (PDI) la instrucción de las actuaciones que fueron caratuladas como "homicidio con dolo eventual".
También fueron ejecutados los peritajes criminalísticos en la escena del crimen y el cadáver fue llevado a la morgue judicial para que los médicos forenses realicen la correspondiente necropsia.