En diálogo con LT10, Juan Pablo Poletti, director del Hospital Cullen, expresó que “hoy las 6:30hs, el jefe del sector ambulancia me comunicó que habían violentado una sala del subsuelo y que se habían llevado un cardiodesfibrilador, que pertenecía a la ambulancia”.
Además, Juan Pablo Poletti agregó que “es el tercer desfibrilador que nos roban en un año. Ojalá algún familiar del ladrón no lo necesite”.
Finalmente, el director del Hospital Cullen remarcó que “cada vez es más necesario un desfibrilador en lugares donde se junta mucha gente (clubes, recitales, etc). Evidentemente, lo robaron para venderlo. Vamos a analizar las cámaras que hay en el hospital para ver quién se lo pudo haber llevado. Es una aparato grande (50 x 80 cm); no se puede esconder en una mochila. Un desfibrilador nuevo cuesta alrededor de 60 mil pesos”.