En vistas de las negociaciones salariales que se avecinan, el gobernador Miguel Lifschitz opinó que “se escuchan muchísimas cifras en boca de funcionarios del gobierno nacional y de dirigentes gremiales, pero esas cifras son muy disímiles y lamentablemente nadie tiene elementos para decir cuál de las dos es la verdadera o si estamos a mitad de camino”.
En ese sentido, reclamó la falta de índices oficiales, que genera “un marco de incertidumbre muy grande”. “Esto va a ser una dificultad objetiva para evaluar la perspectiva del año próximo. Estamos esperando alguna señal del ámbito nacional para tener un piso un poco más firme sobre el cual empezar a caminar”.
En cuanto a los tiempos, fundamentalmente en el caso de los docentes, confió en que aún queda un mes y en que serán discusiones que no generen “demasiado conflicto” ni se prolonguen. “Vamos a procurar adaptarnos a los límites que marca el inicio de las clases”, subrayó.
Sin embargo, insistió en que la Nación, y también los gremios más importantes deben dar “alguna idea de por dónde comenzar a caminar este trayecto de negociaciones salariales, como para tener algún piso y algún techo para empezar a conversar”.
“Podemos tener una idea aproximada de la inflación de 2015, el problema es que nosotros tenemos que establecer pauta salarial para 2016, y por lo tanto tenemos que hacer alguna estimación de lo que va a ser el impacto inflacionario del año que está empezando. Y esto es bastante difícil, nadie acierta hoy con demasiada claridad cuál es la perspectiva para el resto del año”, sostuvo.