En horas de la mañana de este sábado la Policía de la Provincia de Santa Fe detuvo a Martín Lanatta en inmediaciones de la arrocera Trimacer, en jurisdicción de Cayastá. Tras ello, lo trasladó a la comisaría de esa localidad.
Horas después se aseguró que su hermano Cristian, y luego Víctor Schillaci, habían sido capturados en las inmediaciones. No fue sólo un rumor: llegó a las más altas esferas del Poder. El primero en felicitar a las fuerzas de seguridad fue el jefe de Gabinete, Marcos Peña, pero a él se sumaron María Eugenia Vidal, Marcos Peña y el propio Mauricio Macri.
Sin embargo, en las primeras horas de la tarde de este sábado el jefe de Policía y el ministro de Seguridad de Santa Fe, Rafael Grau y Pablo Farías, respectivamente, se limitaron a confirmar la primera de esas detenciones. En ese momento, se rumoreaba que se negaban a ratificar las otras dos porque eran mérito de las fuerzas federales, y se tejieron suspicacias sobre los recelos con la Nación. Pero no: sólo estaban siendo prudentes, y estaban dando información fidedigna.
Así, por ahora la única labor destacable es la de la Policía de Santa Fe. Esa tan cuestionada. Y que, en este caso, dio el ejemplo, brindándole al país la única captura de uno de los culpables del triple crimen fugados.