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 El desenlace por el grupo A en Twickenham, en el que Inglaterra imaginaba otro final, ofreció un partido de extrema intensidad entre Australia y Galés. Los del hemisferio sur exhibieron su chapa de candidato, superaron las adversidades que le presentó el Dragón y obtuvieron, con justicia, el liderazgo de su zona.

Pero en el inicio del encuentro, fue Gales el que tuvo la iniciativa. Los primeros 20 minutos se jugaron exclusivamente en territorio australiano. Los dirigidos por Warren Gatland presionaban bien arriba en defensa y aprovechaban cierta inestabilidad de los Wallabies en cada área de juego.

La superioridad territorial del Dragón no le alcanzaba para sumar puntos. Y así sería durante buena parte del partido. En ese buen comienzo, solo lograron un penal de su apertura Dan Biggar. Australia se recuperó, ajustó su juego y sus formaciones fijas y se puso en ventaja. La primera etapa terminó 9-6 a favor del equipo oceánico.

A los pocos minutos de comenzado el complemento, Australia sumó tres puntos más a través de Bernard Foley, uno de los jugadores más destacados de este mundial. La defensa Wallabie y el trabajo sucio de su tercera línea, liderados por David Pocock, frustraban a Gales.

No obstante, un vendaval rojo ocasionó sucesivas infracciones de Australia y dos amarillas casi simultáneas para Will Genia, su medio scrum, y Dean Mumm, uno de los segundas líneas. Con dos jugadores más, los galeses intentaron de todas las formas posibles penetrar el ingoal aussie pero la defensa australiana fue espectacular. Resistieron cada avance a puro tackle.

Esos diez minutos de la resistencia Wallabie cerraron el partido. Ya con los 15 hombres en cancha, el equipo de Michael Cheika sumó otro penal a través de Foley y selló el marcador. Gales ensayó variantes pero ya no encontró respuestas. Australia lo frustró.

Otro triunfo para los del hemisferio sur, que revalidaron sus credenciales para quedarse con la copa Webb Ellis. En cuartos de final los espera Escocia, que sufrió más de la cuenta ante Samoa para clasificarse. Gales, por su parte, concluye una buena primera fase, en la que superó lesiones y adversidades. Ahora se medirá ante los siempre temibles Springboks.