Hoy - En el Tribunal Oral Federal

Martes 07 de Julio de 2015 - 09:48 hs

Comenzó el juicio por evasión millonaria contra el histórico empresario rafaelino

Hoy declara la CPN Griselda Marguello de Pogliani, de la AFIP. Mautino estuvo involucrado en los 90 en uno de los casos más importantes de corrupción en la Municipalidad de Rafaela y que terminó con la intervención del gobierno de esa ciudad.

Actualizado: Miércoles 09 de Marzo de 2016 - 19:49 hs

La justicia federal lleva adelante la instancia final del juicio contra el empresario rafaelino, Bernabé Mautino, propietario de distintas firmas dedidacadas a la construcción, quien está acusado de evasión millonaria al fisco (simple y agravada) en forma reiterada, en una causa que lleva casi 17 años de investigaciones. También están acusados Jorge Pedro Romano, César Fabián Galiani y a Lidia Merlo como partícipes primarios; y Julio César Gerez como partícipe secundario.

La denuncia fue realizada en 1998 por la Jefatura Regional de la AFIP, a raíz de irregularidades registradas en la actividad de la firma Rafaela Construcciones y recayó en el juzgado federal Nº1, por entonces a cargo del destituido Vìctor Hermes Brusa.

Según informaron fuentes judiciales, se investigó a Mautino por la utilización de los llamados “prestanombres” para evadir el pago de tributos, ocultando los frutos económicos de su actividad y demostrando con ello la intención de disimular su real situación frente al fisco.
Se autorizaron escuchas telefónicas de cuyo análisis surgió incluso una compleja trama entre personas físicas y empresas, como así también operaciones con Bancos y otras empresas que compraban facturas apócrifas, conformando una enorme red de operaciones sin justificación.

En el caso particular de Bernané Mautino, se lo acusa de ser el sujeto responsable de todas las decisiones empresariales y a quien acudían siempre tanto sus empleados como sus proveedores para la toma de cualquier decisión o en su ausencia recurrían a César Galiani.

Una maniobra muy llamativa, es la expuesta por la AFIP y la fiscalía, donde una de las imputadas, Lidia Merlo, se convierte en titular de la empresa Rafaela Construcciones, continuadora de la quebrada Rafaela Materiales prestando su nombre y simulando frente al fisco una situación no compatible con su realidad economica. Para justificar patrimonialmente la titularidad de la sociedad por parte de Merlo (que era un sujeto insolvente por sus ingresos) Mautino pidió un préstamo de 1.100.000 dólares, prestándole a su vez a la imputada 750.000 dólares, simulando un mutuo acuerdo. Así, se produjo la transferencia de bienes de uso y materiales de la construcción, operación por la cual Rafaela Materiales S.A., extendió facturas de ventas.

Tal como se investigó, la nueva empresa no sólo utilizó los créditos fiscales ficticios sino que computó el crédito fiscal generado por el alquiler de máquinas a la firma Equivial S.R.L.
También usufructuó el crédito fiscal resultante de las compras realizadas a una empresa inexistente denominada El Lucero S.R.L. y no inscripta ante la AFIP-DGI.

Utilización sucesiva de sociedades para defraudar, ventas de facturas falsas, créditos fiscales truchos y operaciones inexistentes son algunas de los elementos que componen este juicio y que se escucharán en las audiencias que se realizarán desde esta mañana.

Mautino y el caso Muriel

Bernabé Mautino fue uno de los empresarios de la construcción detenido por el mayor caso de corrupción que debió afrontar la municipalidad de Rafaela, que terminó con la intervención de la misma por parte del gobierno provincial, la renuncia del por entonces intendente Rodolfo Bienvenido Muriel y de casi la mitad del Consejo Deliberante.

El hecho se produjo a comienzo de los `90 y se convirtió en un verdadero escándalo de corrupción al dejar al descubierto una maniobra relacionada con la instalación de caños cloacales conocida como “caños truchos”.

Se inició una causa judicial por fraude en perjuicio de la administración pública, que sufrió la sucesiva excusación de los jueces designados, hasta que prescribe en el año 2005, tras aprobarse modificaciones al Código Penal, que hicieron caer varias causas emblemáticas en Santa Fe.

Fuente: LT10