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 El director del Hospital de Niños, Osvaldo González Carrillo, explicó que en ese nosocomio la atención de los pacientes quemados es hasta el 40% de afectación. Cuando supera esa cifra, deben derivar. Por eso se decidió hacer lo propio con Alma González, la nena de dos meses que ingresó con el 80% del cuerpo quemado en la madrugada del lunes.

Los primeros días, los médicos del Allassia se ocuparon de estabilizar a la beba y una vez que “su hemodinamia mejoró”, fue derivada al Garrahan. “A la madrugada salió la ambulancia con personal de nuestro hospital y llegó muy bien hoy a las 7:00”.

“Todavía es un chico de riesgo y tendrán mucho para trabajar”, afirmó Gonzalez Carrillo. También explicó que en principio se le hizo un tratamiento agudo, que implica “compensar la pérdida de líquido y proteínas”. Ahora llegó el momento del tratamiento crónico, “con los riesgos que supone la cantidad de piel que pierde, siendo el de infección el más importante. Después se harán injertos y se tratará de evitar cualquier efecto de las quemaduras: mal posición de los miembros o pérdida de parte de ellos”, culminó.