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 Es que los 10 ascensos puestos en juego, al final sólo ampliaron el mapa de la Primera División hacia Misiones, gracias al meteórico crecimiento de Crucero del Norte, y a San Juan, que recuperó su sitial en Primera por obra de San Martín, un abonado de los últimos años a meterse en el “sube y ­baja”. Los otros ocho boletos al círculo superior fueron para distritos que ya tenían sus representantes.

Así, el megatorneo de 30 equipos de la AFA tendrá a ¡21 clubes de Buenos Aires! y sólo nueve para el resto del país, a saber: cinco de Santa Fe (Ro­sario Central, Newell’s, Unión, Colón y Atlético de Rafaela), y uno de Córdoba (Belgrano) y otro de Mendoza (Godoy Cruz), al margen de los ya mencio­nados en el párrafo an­terior.

La histórica oportunidad, que aparecía como una buena ocasión para equilibrar el mapa futbolero hacia una ecuación más justa y federal, se consumió sin que los equipos de “tierra adentro” pudieran aprovechar la excepcional circunstancia. De los 12 participantes de la B Nacional que se quedaron con las manos vacías, 10 eran indirectamente afiliados, y sólo All Boys y Ferro no lograron imitar a la enorme camada de capitalinos que poblará la Primera División.

Sin embargo, y a pesar de la escueta participación provinciana (sólo seis de las 23 existentes), el próximo certamen será el que más jurisdicciones represente para un torneo de “todos contra todos”, una condición derivada de su insólito formato de 30 equipos. Hasta aquí, el mejor registro era de cinco, una situación que se vivió en cuatro temporadas anteriores (2006/07, 2008/09, 2011/12 y 2012/13).

Un detalle: la 1999/00 fue la de mayor proporción de representantes no porteños (50 por ciento), aunque sólo representada por cuatro provincias.

El nefasto impacto de la úl­tima gran reestructuración (1985/86), cuando se sentó las bases de una distribución unitaria, sigue haciendo mella en el fútbol provinciano, que debe conformarse con una mayoritaria participación en la B Nacional, la categoría que le impusieron en un escritorio hace casi tres décadas y a la que pocos pueden escapar.











Fuente: Mundo D.