Urgido por los malos resultados y presionado por su gente, Walter Perazzo apostó por la presión alta para intentar \\'asfixiar\\' a un Estudiantes \\'B\\' –Mauricio Pellegrino apeló a la rotación debido a la triple competencia-; algo que casi le da réditos al inicio del partido.
Miguel Borja quitó una pelota en tres cuartos y descargó con su compatriota Mauricio Cueto para que emita un centro al corazón del área. Allí estaba Orlando Gaona Lugo, quien se pasó de largo y su intento terminó yéndose por arriba del travesaño.
Con el correr de los minutos, el "Pincha" se acomodó y con la pelota quieta como principal arma, empezó a inquietar. Es más, por esa vía abrió el marcador. Jonathan Schunke, pese a definir de manera defectuosa, le sacó provecho a una serie de rebotes y vulneró la resistencia de Nereo Champagne.
Los locales intentaron reaccionar, pero les faltó puntería. David Vega sacudió el arco al estrellar un balón en el travesaño, mientras que a Juan Sills le faltó vocación ofensiva ante el achique de Agustín Silva.
En el inicio del complemento, los de La Plata le aplicaron otro golpe al mentón de los de Bahía Blanco. Tras un aviso de Schunke –su cabezazo pasó cerca del ángulo-, aumentaron el marcador debido a un gol en contra de Néstor Moiraghi, quien la mandó al fondo de la red en su intento de despejar un remate.
Igualmente, los de Perazzo no se dieron por vencidos y llegaron a descontar rápidamente debido a un certero cabezazo de Moiraghi. Pero este envión anímico del local se vio cortado, insólitamente, por su propia hinchada, la cual se colgó al alambrado para parar el encuentro.
Si bien tuvo una mediante un cabezazo del juvenil Norberto Vidal, el "Aurinegro" sintió ese \\'corte\\' y le faltó ideas para intentar acorralar a su adversario; mientras que la visita, con oficio, hizo pasar el tiempo sin sobresaltos.
De esta manera, Estudiantes llegó a 16 unidades y se ilusiona con la triple corona (torneo local, Copa Argentina –enfrenta a Huracán- y Copa Sudamericana –va ante Peñarol-). Olimpo, por su parte, no levanta cabeza, sigue cerca del fondo de la tabla y la hinchada comenzó a cantar en contra de los jugadores y entrenador.