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Lanús no tendrá un buen recuerdo del comienzo del segundo semestre de 2014: cayó en la Recopa Sudamericana ante Atlético Mineiro, se despidió rápido de la Copa Argentina ante Colón y hoy, en una definición polémica, sucumbió inesperadamente ante el local Kashiwa Reysol, en Japón, por la final de la Suruga Bank. Fue 2-1, con un penal realmente polémico.

El elenco granate no hizo un buen partido en el aspecto defensivo y sufrió bastante ante un rival de escasos recursos, aunque también generó varias chances de peligro y podría haberlo definido a su favor tras llegar a la igualdad con un disparo de Leandro Somoza a los 14 del segundo tiempo, tras un desvío en Tatsuya Masushima.

El equipo japonés se puso en ventaja a los 44 de la etapa inicial con una buena definición de Kaoru Takayama y se quedó con el triunfo como consecuencia de un penal ejecutado por el brasileño Leandro, a los 44 del complemento. El árbitro surcoreano Kim Jong Hyeok observó una infracción inexistente dentro del área y despertó la locura de los jugadores granates.

Con el resultado puesto y la bronca por una derrota injusta, Diego González agredió a un rival y se fue expulsado. No fue la única de los futbolistas del conjunto argentino, que insultaron y empujaron a varios jugadores del club asiático, sin llegar a situaciones mayores. Tercer golpe para este Lanús de Guillermo, que ahora pondrá la mente en el torneo local.