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Aunque la Copa del Mundo ya finalizó y cada una de las Selecciones participantes retornó a su país, en Brasil los escándalos no han terminado. En medio de la disputa de la competencia, la Policía de Río de Janeiro desbarató una banda que facturaba alrededor de 450 mil dólares por partido con la reventa de entradas. Tras la detención de once miembros, la Seguridad brasileña no detuvo sus investigaciones y siguió a fondo hasta dar con un pez gordo: el director ejecutivo de la empresa Match, la elegida por FIFA para encargarse oficialmente de la comercialización de las entradas, Raymond Whelam (luego consiguió una libertad provisoria y actualmente se encuentra prófugo).

Lo cierto es que toda esta investigación comenzó a salpicar a diversos dirigentes de la AFA, tales como Julio y Humberto Grondona, como así también a jugadores al aparecer entradas en el mercado negro a nombre de los directivos, de Ezequiel Lavezzi y Javier Mascherano. Lejos de esclarecerse la polémica, la situación de los argentinos empeoró aún más con la aparición de un video en el que se pueden ver a los dirigentes Omar Souto y Alberto Capuchetti vendiendo entradas en el Hotel donde se hospedaba la delegación argentina.

Para colmo de males, dos detenidos argentinos (Demian Tujsnaider y Darío Rosenzvit) debieron declarar y señalaron a Luis Segura como la persona que les vendió entradas para la Final ante Alemania. Ante esto, el vicepresidente de la AFA salió a defenderse, aunque evitó referirse al último partido y se refirió al duelo ante Bélgica por los Cuartos de Final.

"Lo que hubo fue un pedido de entradas por parte de los jugadores para sus familiares y amigos. Nosotros le íbamos explicando que no estaban, que se iban consiguiendo. Afortunadamente al final aparecieron y quedó el tema totalmente resuelto", comenzó relatando el dirigente en una entrevista brindada a Un Buen Momento de Radio La Red.

Mientras que enseguida fue consultado puntualmente por las imágenes que aparecieron y manifestó: "¿Delito qué es? ¿Vender o revender? Con Bélgica hubo una devolución importante de entradas y en el Hotel atendíamos a la gente que podíamos, le pedíamos el documento, lo anotábamos en una planilla y le vendíamos las entradas a precio oficial". Y disparó, notoriamente ofuscado: "A mí que me traigan a una persona que diga que vendimos una entrada a sobreprecio". Cabe aclarar que Segura da sus explicaciones sobre el partido con Bélgica y en los testimonios los hinchas detenidos dicen haberle comprado tickets para la final.

"Acá se procedió lo mejor posible. Yo me perdí una día entero vendiendo entradas. Si alguna de esas personas la revendió ¿qué culpa tenemos nosotros? No podemos acompañar a cada uno hasta que entre a la cancha. Si eso alguien lo hizo es un irresponsable y un mal amigo", cerró el enojado presidente de Argentinos Juniors.