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 Una importante comitiva de los principales dirigentes argentinos partió ayer desde el aeropuerto internacional de Ezeiza rumbo a Río de Janeiro, donde la Selección debutó contra Bosnia por el Mundial de Brasil 2014. Entre los pasajeros estuvieron el presidente de Estudiantes Enrique Lombardi y su par de Colón Eduardo Vega, que aprovecharon la oportunidad para charlar y pulir algunos detalles para la transferencia de Gabriel Graciani al Pincha, para cumplirle a Mauricio Pellegrino uno de sus deseos antes del inicio de la pretemporada.

Junto con Lombardi también viajó el vicepresidente primero Gerardo Villadeamigo, que fue su mano derecha en las charlas que arrancaron en el bar del aeropuerto, siguieron arriba del avión y acabaron en el mítico estadio Maracaná. El acuerdo entre los clubes sigue firme y lo único que falta es que los tres jugadores apuntados para pasar a préstamo por seis meses acepten mudarse a la ciudad de Santa Fe. Ellos son Matías Sarulyte, Jorge Luna y Mauricio Carrasco o Diego Mendoza. El caso del volante ex San Martín de San Juan es el más complicado, pero las últimas declaraciones públicas de Mauricio Pellegrino (“no lo voy a tener muy en cuenta”) parecen ser determinantes para inclinar la balanza.

De todos modos, no habría que descartar que durante la semana aparezcan nuevos nombres de posibles jugadores con chances de emigrar, ya que el DT Sabalero Diego Osella tiene un listado de los jugadores que no tendrán tanta cabida en el Pincha.

Recordemos que Colón quiere 900 mil dólares por el 50% de Graciani y que Estudiantes cederá tres jugadores (por un monto superior a los 150 mil dólares), el 25% de Leudo (a cambio de 250 mil de la moneda norteamericana) y el resto en cuotas que ya fueron fijadas entre los presidentes.