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 Este miércoles a las 20 se realizará el acto de inauguración de la muestra “Pintando el litoral”. Se trata de una exposición compuesta por obras que el artista César López Claro realizara entre 1942 y 1952. Los trabajos pertenecen al patrimonio del Museo, ubicado en Piedras 7352, y al Museo Municipal de Artes Visuales “Sor Josefa Díaz y Clucellas”.
Vale destacar que “Pintando el litoral” es la primera muestra que se inaugura en el Museo López Claro este año, luego del receso de verano. Con entrada libre y gratuita, la exposición permanecerá hasta el viernes 14 de marzo; y podrá ser visitada de lunes a viernes, de 9 a 12, y de 17 a 20.

Escenas del litoral

Desde la Casa Museo señalaron que “en 1942, César López Claro ya era profesor de Artes Visuales, egresado de la Escuela Nacional de Artes Visuales de Buenos Aires, y fue convocado por la Escuela Provincial de Artes Visuales Profesor Juan Mantovani para integrarse al plantel docente de la institución. Ese mismo año contrajo matrimonio con María Brizzi, su incansable compañera hasta el final de sus días”.
En ese momento de su historia personal y artística, agregan que “comenzó a familiarizarse con el paisaje litoraleño, su gente, los pescadores y su incansable esfuerzo por lograr el sustento diario. A su vez, comenzó a relacionarse con otros artistas locales, que coincidían en la línea pictórica y temática, como César Fernández Navarro y Ricardo Supisiche, entre otros. A partir de ese momento, López Claro decide acercarse al río, y de allí en más un pequeño ranchito que le prestan sería su atelier, desde donde captaría de forma más directa el escenario litoraleño.
En ese período realiza más de 50 cuadros, en su mayoría de gran tamaño y utilizando en casi todos el óleo”.
Para referenciar las características de este período en la obra del artista, Vanesa Carli, curadora de la muestra recuerda las palabras del crítico e historiador del arte, Romualdo Brughetti, quien dijo en 1949 de la obra de César López Claro: “Leal a una línea en que las personas y los objetos, el ambiente físico y la entidad emocional, aparecen en su hondura depurada de sugestión y encantamiento natural, logrando una muy difícil precisión en el trazo, un ajustado color, una forma cerrada y la atmósfera total del cuadro define un paisaje y una aptitud de la existencia de seres vivos del Litoral argentino. Allí se sitúan sus pequeños oleos y su composiciones mayores. Lo lírico y dramático en su estatismo aliado a un oficio agudo, realizar su humana y fuerte pintura”.