“El vínculo entre política y religión en Argentina y América Latina es de larga data. La pregunta no es si hay, sino cómo se da este vínculo”. Así lo manifestó a LT10 el sociólogo especialista en religión, Fortunato Mallimaci, al analizar la polémica del fin de semana por la multitudinaria misa que encabezó el camionero Hugo Moyano en la Basílica de Luján.
En analista relativizó el hecho y advirtió: “se da en un momento bastante particular de la sociedad argentina, donde la pobreza, la desocupación y el hecho de perder derechos están llegando a límites casi intolerables para gran parte de la sociedad. Es muy importante que se expresen diversos actores que digan que esto así no puede seguir”.
En esa línea Mallimaci reconoció que “política y religión están muy unidas” y recordó que nadie cuestionó lo sucedido el año pasado, cuando varios sacerdotes hablaron en el Coloquio de IDEA. “Nadie se rasgó las vestiduras, les parecía normal que los empresarios tengan cierto apoyo de grupos religiosos”, opinó. También puso como ejemplo la injerencia de la Iglesia en la discusión parlamentaria de este año sobre la despenalización del aborto que finalmente no prosperó.
“Lo religioso es constitutivo de los procesos políticos y sociales en América Latina y Argentina y lo que se discute es de qué lado tiene que estar: hay que tratar de ver si ese religioso se suma a una sociedad para que no sufra o ese religioso legitima dominaciones”, argumentó.
En diálogo con el programa El Cuarto Poder, el profesional destacó que el Papa Francisco “aparece como una persona que critica fuertemente todos los días lo que el llama el capitalismo liberal deshumanizante”.
También se quejó de la poca trascendencia que tuvo otro hecho donde la religión apareció estrechamente vinculada a la política en un sentido repudiable: la reunión que mantuvo recientemente el obispo castrense con todos los comandantes en Jefe y un grupo de abogados católicos para pedir por la liberación de los represores actualmente detenidos.
Mallimaci dijo que nadie se escandalizó por ese episodio; al tiempo que se preguntó si la misma vara con la que se mide la misa de Moyano es la que se utiliza para analizar la visita de María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta o los ministros de Mauricio Macri al Vaticano.
“Hay guerra de dioses”, expresó.