Julio Nahuel Nobile tiene sólo 16 años y ya es un atleta olímpico. Llegó a la villa, instalada en Buenos Aires, gracias a su propio esfuerzo y al incentivo de su profesor de Física de la secundaria, Bruno Mosimann, hoy también su entrenador. “Fuimos a reconocer la pista de competencia. Sin palabras”, se sorprende por LT10.
Julio viene de un pueblito de 102 habitantes llamado La Vanguardia, que a su vez está en jurisdicción de La Sarita (2.000 personas), ambos en el departamento General Obligado. Durante la primaria, ni siquiera tuvo Educación Física, y su secundaria es una escuela “de alternancia”: los alumnos tienen 15 días de clases y luego 15 días libres. Pero nada le impidió llegar adonde llegó hoy.
“Mi entrenador me dijo ‘vamos a probar a ver qué sale’. No alcanzaba la cantidad de chicos para hacer un equipo de fútbol o vóley, por eso él siempre opta por el atletismo”, recuerda, en diálogo con Todo Pasa. Así fue como probó con lanzamiento de bala, pero no era para él. “Como soy petiso, me dijo ‘dejate de hinchar’, y que pruebe hacer martillo”, se ríe.
Y entonces sí, empezó todo. En su primer lanzamiento, hace tres años, alcanzó sólo 14 metros con un martillo de 3 kilos. Hoy, con uno de 5 kg, supera los 73 metros.
“Al principio no me gustaba. Me enganché verdaderamente en 2015, cuando en el (torneo) nacional en Chaco me designan para el preequipo de los Juegos Olímpicos”, confiesa. Finalmente, pasó a ser el representante argentino en lanzamiento de martillo.
Luego, vendrá un nuevo campeonato argentino, y después la vuelta a casa. Piensa estudiar alguna carrera y seguir entrenando. “Voy a seguir haciendo las dos cosas. Es difícil muchas veces, pero creo que con organización se puede”. Y si alguien sabe de eso, es él.
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