Eduardo Tubia es una de las personas que más comprenden el valor de la Ley Justina que este miércoles fue sancionada por unanimidad en la Cámara de Diputados. Él esperó cuatro años y medio por un riñón que le dio mayor expectativa de vida.
En diálogo con LT10, el hombre contó cómo fue el proceso y de la importancia de la mentalidad del quienes están en lista de espera.
“Depende el plano mental donde uno se posiciona. Triunfa o fracasa. Vive o muere", manifestó en Todo Pasa.
En si caso, Eduardo recuerda: "Los médicos me miraban como un bicho raro porque yo iba a dializar en bicicleta". Además, "tenía mis 15 kilómetros de bicicleta y mis 100 cuadras de caminata", agregó.
"Hay otros que se lo toman como una enfermedad terminal, que no lo es", comentó.
Si bien en el caso de un riñon puede ser suplantado por la diálisis, Tubia explicó que este procedimiento "va deteriorando el cuerpo, por lo tanto la espera no debería ser mayor a tres años".
Por otra parte, celebró la Ley Justina que se aprobó este miércoles pero lamentó que aún "hay una oposición demasiado amplia de los familiares en el momento y lo va a seguir siendo porque es un problema cultural y de educación".
En ese sentido, destacó la importancia que la nueva ley le da a los procuradores.