Los episodios de saqueos a trenes que transportan soja son cada vez más recurrentes, no sólo en el barrio Santa Rosa de Lima de nuestra ciudad donde el viernes se recuperaron 40.000 kilos, sino también en el resto del país.
Según explicó Carlos Funes, gerente de comunicación y relaciones institucionales de Belgrano Cargas, las ciudades se expandieron y la gente se asentó cerca de la vías del tren. Aquellos que se dedican a este tipo de delitos operan de la misma manera: hacen frenar la formación, rompen las boquillas de los vagones cerealeros y juntan la soja que cae a los costados de la vía.
Con esta modalidad, en el último mes se robaron en esa zona de Santa Fe alrededor de 400 toneladas de soja. Estas son algunas de las direcciones requisadas donde se encontraron las bolsas:
Los números impactan y algunos cálculos demuestran que se precisa de una verdadera organización y recursos suficientes para acopiar y trasladar ese caudal de cereal robado.
La logística de los robos
Como decíamos, sólo en junio se robaron 400 toneladas de soja en la ciudad. Una tonelada equivale a 1.000 kg del cereal, por tanto son 400.000 kilos saqueados en un mes.
La soja desparramada por los trenes cargueros se acumula en bolsas de arpillera, y una bolsa carga 50 kilos de cereal. De este cálculo se desprende que se necesitaron 8.000 bolsas, de las que sólo se recuperaron 800.
Cómo se trasladó esa cantidad de soja es otra de las incógnitas. Un camión puede transportar 30.000 kilos del cereal, lo que indica que para trasladar esa cantidad se necesitaron alrededor de 13 viajes.
¿Hacia dónde? Aún no se sabe. Ahora, resta averiguar el destino de las toneladas robadas, ya que esa cantidad deja entrever que hay un verdadero "mercado negro" de la soja operando en la zona.