Este miércoles nació Milagros. Es hija de la mujer a la que Ariel Castelló quiso defender de un asalto cuando perdió la vida. Su mamá, Yanina, cursaba el último mes de embarazo cuando un delincuente intentó robarle el 1º de abril, en Juan Díaz de Solís, barrio Roma.
Era domingo de Pascuas. Castelló escuchó gritar a su vecina en horas de la siesta y salió de su casa rápidamente. En ese momento, vio que Yanina forcejeaba con un ladrón y junto a otros vecinos intentaron detenerlo. El delincuente quiso escapar subiendo a su moto pero antes sacó un arma y disparó. El tiro hirió al arquitecto Castelló, de 42 años, quien falleció en el quirófano del hospital Cullen cuando los médicos intentaban salvarle la vida.
Por otro lado, algunos vecinos lograron detener al atacante hasta que llegó la policía. Más tarde se confirmó que se trataba de un joven de 20 años, sobrino de uno de los capos y ex jefe de la barra brava del Club Atlético Unión, que vivía en Villa Oculta.
Fue detenido e imputado por el crimen del arquitecto, y espera condena preso en la cárcel de Coronda.
El asesinato de Castelló indignó y movilizó a los vecinos de barrio Roma, quienes venían denunciando la presencia de motochorros en la zona.
El 4 de abril, tres días después del homicidio, realizaron una marcha desde la vecinal de barrio Roma hasta la puerta de la Seccional 4ta de Policía para reclamar seguridad y expresar el dolor ante la impunidad de los delincuentes.
Su abuela, Mónica, dijo por el móvil de LT10 que la beba tiene "un ángel de la guarda" recordando a Castelló.
"Damos gracias a Dios porque el parto haya salido perfecto y damos gracias a Ariel que le salvó la vida en esa terrible situación que pasamos", remarcó Mónica, y agregó que el nombre de la beba ya estaba elegido "por otra decisión personal".
También contó que le envió un mensaje a la familia de Ariel luego del nacimiento: "Son muy amigos míos. La llamé a la mamá de Ariel y se puso muy contenta, le mandó muchos saludos a mi hija", expresó.
Hoy nació Milagros. Será que finalmente, la vida siempre triunfa sobre la muerte.