Salud - Atención

Jueves 23 de Febrero de 2017 - 16:00 hs

Señales que te ayudan a saber si tenés un trastorno de sueño

Muchos ignoran la importancia de brindarles un tratamiento a este tipo de complicaciones ¿Cómo afecta al cuerpo?

Imagen ilustrativa

Los trastornos de sueño se han vuelto tan comunes en la población que, a pesar de sus consecuencias, muchos ignoran la importancia de brindarles un  tratamiento.

En un principio parece normal no alcanzar el horario adecuado de sueño y, de hecho, el cuerpo acaba por adaptarse a esta situación.

No obstante, con el paso del tiempo, se producen una serie de reacciones negativas que se manifiestan con malestares físicos, emocionales y cognitivos.

Además, muchos de los sistemas principales del cuerpo presentan interferencias en su funcionamiento, desarrollando enfermedades graves que afectan la calidad de vida.

Debido a esto, es primordial aprender a identificar sus síntomas y atenderlos de inmediato para evitar que generen más complicaciones.

1. Estás fatigado

La fatiga es una condición que se produce como consecuencia de un sobresfuerzo físico, una mala noche de sueño o el exceso de estrés.

Se caracteriza por una sensación de falta de energía, la cual acarrea dificultades en la concentración y las habilidades físicas.

Su aparición es muy común entre quienes duermen menos de ocho horas diarias, dado que el cuerpo no tiene tiempo suficiente para descansar y cumplir sus funciones nocturnas.

Aunque casi nunca representa un peligro para la salud, es necesario contrarrestarla con un buen periodo de descanso y una dieta equilibrada.

2. Dormís menos de cuatro horas

Para tener un óptimo descanso se recomienda un periodo de sueño que dure entre siete y ocho horas diarias, sin interrupciones.

Sin embargo, por el uso de dispositivos electrónicos, el continuo estrés y el exceso de trabajo muchos tienden a reducir ese tiempo sin pensar en las consecuencias.

El cuerpo, poco a poco, se va adaptando a esta disminución y, aunque al principio lo manifiesta con cansancio, con los días resulta normal.

Los problemas surgen cuando dormir menos de cuatro horas se convierte en un hábito, puesto que impedimos que se lleven a cabo funciones que solo se cumplen con el descanso.

3. Tenés mucha hambre

La ansiedad por la comida es una reacción inmediata de los malos hábitos de sueño.

Al reducir el tiempo de descanso aumentan los niveles de las hormonas que estimulan la sensación de hambre, y generan un deseo insaciable de comer.

Tener continuos antojos por comida azucarada y rica en carbohidratos puede tener su origen en los trastornos de sueño.

De hecho, hay una alta probabilidad de ganar peso con más facilidad cuando no se cumple con el horario de descanso recomendado.

4. Rechinás los dientes

Crujir lo dientes de manera inconsciente al dormir es uno de los síntomas de una afección llamada bruxismo del sueño.

Se trata de un trastorno del movimiento que, cuando no se controla, puede generar desgaste de las piezas dentales y fuertes dolores de cabeza.

5. Tenés ronquidos fuertes

Los ronquidos fuertes son un síntoma que afecta la calidad de vida tanto de los pacientes como de sus seres allegados.

Ese sonido fuerte que proviene del sistema respiratorio causa interrupciones durante el periodo de descanso y, de hecho, puede impedir dormir por horas.

Aunque pueden darse por una mala postura o una infección respiratoria común, su recurrencia alerta la presencia de una condición conocida como apnea de sueño.

Se trata de un problema donde la respiración se interrumpe o se hace muy superficial, llegando a durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos.

El tipo más común es la apnea obstructiva de sueño, que genera un colapso en las vías respiratorias, que deriva en un resoplido o ronquido fuerte.

6. Sentís ardor en el estómago

La sensación de ardor en el estómago impide alcanzar un sueño reparador y puede ser tan recurrente que conduce a otras dificultades digestivas.

Su aparición está vinculada con la apnea de sueño, aunque es más común que se dé por la ingesta de cenas demasiado abundantes y copiosas.

Esto se debe a que generan exceso de producción de jugos ácidos en el estómago, lo cual se manifiesta con síntomas de indigestión.

Por otro lado, debido a la postura corporal durante el descanso, los ácidos pueden retornar hacia el esófago, y originarte acidez.

Fuente: Nexofín