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El Gobierno buscará insuflar algo de alivio en un mercado automotor golpeado por la recesión, la falta de divisas y la caída de la demanda brasileña. Según pudo saber LA NACION, es inminente una actualización del impuesto a los autos de alta gama, en un porcentaje que estaría en sintonía con la inflación oficial, algo que para la industria automotriz es aún insuficiente para eliminar las distorsiones de precios.

Dos fuentes oficiales y varias de las terminales confiaron que en los próximos días, muy probablemente entre hoy y mañana, el Gobierno dispondría un aumento de entre 20 y 25% en la base imponible del gravamen, que se incrementó fuertemente en 2011 para evitar la salida de dólares que implica la venta de estos vehículos. Hoy se aplica una tasa de 30% a los autos de entre 170.000 y 210.000 pesos, y de 50% a los de precios más altos. En la realidad esas tasas casi se duplican.

Sin embargo, desde el Gobierno afirmaron que no tocarán las escalas. El sector viene reclamando una actualización de la base de por lo menos 40%, es decir, más cerca de lo que será la inflación real en el año según las consultoras privadas.

La situación de la industria es agobiante, ya que el atraso en la base del impuesto tuvo como consecuencia que muchos modelos de gama media -incluso algunos de producción nacional- comenzaran a pagar el impuesto. Eso dejaba a esos autos directamente fuera de mercado y tuvo un impacto directo en la producción y el empleo.

Pero además, en un mercado en el que los precios de los autos subieron 50% promedio en el año, muchas automotrices debieron pisar los valores de los vehículos que están al límite del impuesto y debieron ganar mayor rentabilidad con los autos más chicos. Esto quiere decir que el impuesto, además de encarecer los autos de alta gama (el 3% del mercado) impulsa los precios de todo el mercado.

Por el impacto de la inflación, el tributo, que alcanzaba hace un año al 8,9% de los vehículos patentados afecta ahora al 17,3%. Según un informe de la consultora abeceb.com basado en datos de los concesionarios, las ventas de los autos de alta gama cayeron más de 70% en promedio durante el este año.

"Ya se firmó. Es inminente su publicación en el Boletín Oficial", contó una fuente gubernamental ayer, que decía desconocer los porcentajes del aumento de la base. Otra fuente cercana al Gobierno indicó que estaban dando las últimas "puntadas" a la resolución y su publicación no pasaría de esta semana. LA NACION llamó al Ministerio de Industria, pero no tuvo respuesta.

"Sé que iba a haber novedades mañana o pasado a más tardar", dijeron en una automotriz. "Creo que iban a subir la base imponible un 25%", agregaron. "Esperábamos que saliera la semana próxima", dijeron en otra, donde manejan el mismo porcentaje de actualización. "Dicen que está entre 20 y 25 por ciento. Pero mi información es que estará más cerca del 20%, o sea, la mitad de la necesidad real del sector", contaron en otra terminal.

Hace unos meses el atraso en la base del impuesto provocado por la inflación afectó la producción de algunos modelos de PSA Peugeot-Citroën. Entonces, los modelos afectados fueron el 408, el C4 y el 308. En la actualidad, sólo quedó alcanzado el 408. En Fiat, por otro lado, debieron pisar los precios de muchos de sus autos, principalmente los importados, para no caer en el impuesto.

Algunas terminales reorientaron sus portafolios. Las más de 1500 unidades que Toyota vendía en el mercado interno de su camioneta SW4 se exportaron a otros destinos. Hoy la japonesa vende menos de 500 en el mercado local.

El tributo afectó también las inversiones. La Vito, que fabricará Mercedes-Benz desde el año próximo, no se venderá en la Argentina (se exportará el 100%), ya que el peso del impuesto la deja fuera de mercado. Por su parte, hay dos modelos nacionales (el Focus y el Citroën C4 Lounge) que ya tienen versiones full dentro del impuesto. Más de la mitad de las versiones de gama media que se producen en el país -32 variantes- tienen sus precios sobre el límite.