Diego Maradona fue la principal figura de un encuentro organizado por Javier Zanetti, que también convocó a una \\'nutrida\\' delegación de representantes argentinos, entre los que se destacaron Diego Simeone, Gerardo Martino, Javier Mascherano y Ezequiel Lavezzi. Vale destacar que la atracción iba a ser Lionel Messi, quien sufrió ayer una sobrecarga en el aductor derecho que le impidió jugar este duelo (como así también el amistoso del miércoles con Alemania). Al mismo tiempo dijeron \\'presente\\' famosos jugadores como Mesut Özil, Ronaldinho, Neymar, Arturo Vidal y Lukas Podolski.
Conmovido por la repercusión anual del cotejo de la "Fundación PUPI" que el actual dirigente del Inter arma cada temporada en Argentina, el Sumo Pontífice pidió organizar un duelo similar en el Continente europeo para concientizar a la población sobre la necesidad de la paz global. Y si bien las entradas al estadio tuvieron precios accesibles (entre 8 y 30 euros), los ingresos más importantes salieron de los auspiciantes que acompañaron la inusual movida.
La novedad fue la unión de representantes de nueve religiones dentro del campo de juego. Aunque la mayoría eran católicos, también hubo musulmanes (Özil, por ejemplo), judíos (liderados por Yossi Benayoun), budistas (el histórico Roberto Baggio), hinduistas (el belga Radja Nainggolan), evangelistas (José Chamot), cristianos ortodoxos (Andrey Shevchenko), un atleta de Cristo (Nicola Legrottaglie) y hasta un jugador que profesa el Asatrú (Emil Hallfredsson), una escuela con vertientes paganas del centro y Norte del Viejo Continente.
Todo lo recaudado será destinado a las cuentas de "Scholas Occurrentes", una red mundial de 350 mil escuelas y establecimientos educativos que fue creada por Francisco. Pero también recibirá sus dividendos la Fundación PUPI, que tiene su sede en Remedios de Escalada (nuclea a niños de varios asentamientos de la zona en la Provincia de Buenos Aires).