La discusión y los reclamos por el uso de agrotóxicos no es un tema nuevo y se viene dando desde hace años. Últimamente algunos resultados son alentadores para los activistas que buscan la suspensión de estos químicos en las zonas rurales y en las cercanías a las urbes.
Hace 10 días el Concejo de la ciudad de Santa Fe sancionó una ordenanza que fija la prohibición de la utilización y aplicación del agrotóxico glifosato en todas sus variantes en todo el territorio de la capital provincial. Los ediles aprobaron la modificación de la ordenanza 11.462 prohibiendo "el uso aéreo" y "la aplicación terrestre" de "productos fitosanitarios de clase toxicológica I, II, III y IV y en especial el uso y aplicación del herbicida glifosato en todas sus variantes, conforme la ley provincial 11.273".
Un caso especial es el que se da en la ciudad de Sastre, cabecera del departamento San Martín, donde, según un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), explica que esta zona pujante en materia productiva tiene la tasa de casos de cáncer más alta que la media nacional.
En diálogo con LT10 Roberto Scotta, profesor de la cátedra de sanidad vegetal explicó con respecto al uso de fitosanitarios que "encaramos el tema desde el punto de vista que son herramientas que se necesitan para la producción agropecuaria. Se deben utilizar únicamente cuando sea necesario y no tenemos otras alternativas. Este tipo de productos se utilizan para matar insectos o malezas y, obviamente tiene una acción directa y tóxica sobre los individuos. Hay que aplicarlos con precaución y no se puede usar en cualquier circunstancia. Se debe usar de manera responsable. Esta es la visión que tenemos y así se está trabajando a nivel país y provincia. Se puede trabajarlo pero de manera responsable".
Por otro lado el profesioanal destacó que "son venenos. Hay que ponerlo en claro. Si usamos en casa un veneno para matar mosquitos y los extermina es porque es un veneno. Podemos tener diferencias con animales o con insectos pero hay productos que actúan sobre el sistema nervioso también”. Por dar un ejemplo, los productos que utilizamos para combatir piojos son similares a estos productos".
Para finalizar Scotta explicó que “los controles están pero muchas veces no le tenemos mucha confianza o no se hacen”. Hay que apostar al uso responsable. Hay una ley que dice que tiene que haber responsables y profesionales en cada aplicación y el equipo debe ser manejado por personal instruído. Se están dando pasos para tratar de que se cumpla esta legislación. Ya si algunos no lo cumple pasa a ser un tema más individual que un tema global”.