"La forma en que llegó Argentina a este partido no me daba seguridad para pensar en la clasificación. El contexto no era el mejor. Tal cual como sucedió en las Eliminatorias, donde hubo que esperar hasta el último partido. Además los cambios en la AFA y muchas dificultades en los técnicos. Esas causas me hacían dudar, por suerte tenemos a un jugador sobresaliente", así de sincero fue Osvaldo Piazza, exentrenador de Colón, que en su época de jugador vivió en Francia, rival de la Argentina el próximo sábado por los octavos de final del Mundial.
En diálogo con Diez en la City por FM "X", hizo un análisis minucioso del presente nacional de lo que está pasando en esta cita ecuménica plagada de sorpresas: "El campeón quedó eliminado en primera instancia siendo otra vez favorito. Se puso realmente complicado para todos. Entonces fue así como tampoco veía bien a la Argentina. Lamentablemente dependemos del número 1 , que no puede hacer todo solo".
"Llega no por lo que jugamos ayer (por el martes) sino por el corazón que se puso. Me llegan comentarios de las cosas que pasan en la concentración y digo «qué cosa rara», porque la prensa solo puede acceder 15' cada cuatro días. En el resto de las selecciones no pasa lo mismo. Si recurrió a un diálogo benéfico, bienvenido sea. Ojalá sea clave para que haya un respeto mayor en todo sentido, mucho más para el que es el responsable (Jorge Sampaoli). La fortaleza anímica influyó mucho, pero la realidad es que llegamos de milagro. Sirvió para que todos festejemos. Insisto en decir lo mismo, por cómo venía, no tenía muchas ilusiones. El pasado me da un inseguridad total", acotó sin rodeos.
Pero para ir todavía más a la coyuntura, el exconductor sabalero en la gran campaña del 2000, fue categórico: "Somos la imagen futbolística de un país que está mal. El deporte no puede escapar a la realidad que estamos teniendo".
Sabiendo de cómo es el fútbol francés, contó qué tipo de equipo estará enfrente en busca de meterse en los cuartos de final: "Que tiene un equilibrio sin arriesgar nada. Es verdad que cuidó a varios jugadores ante Dinamarca, pero es eso. ¿Ese equilibrio le sirve para ganar? No lo sé. Trata de encontrar en jugadores relevantes la diferencia. El mediocampo es un punto clave, donde marca solo Kanté, y con una línea de cuatro estable. En el fútbol no hay nada seguro por suerte y cualquier cosa puede pasar. Si la lógica existiera, ellos llegan mejor y aliviados, tienen más equilibrio que nosotros y no dependen de un solo jugador. En ese caso, agradezco que lo tengamos".
En el final, no se olvidó de hablar de Colón: "Lo vi bien. No puedo hablar de los últimos tres meses porque estaba en Francia. El equipo me gustó, tiene ambición y no quiere ser más chico, dejando de vivir penurias. Eso me alegra muchísimo, porque es un club que lo merece y que tiene que estar arriba. Demostrar en todos aspectos que puede ser grande".