Uruguay le dio este lunes un baño de realidad a la ilusionada Rusia y le ganó 3-0 para quedarse con el primer puesto del Grupo A del Mundial, en un partido que los sudamericanos dominaron con autoridad y que la anfitriona jugó con un hombre menos desde la primera media hora. Los goles Luis Suárez de tiro libre (10'), Denis Cheryshev en contra (23') y Edinson Cavani (91') en Samara encaminaron sin sobresaltos el pleno de tres victorias en tres partidos para la Celeste y cortaron la racha ganadora de Rusia, que pese a la derrota avanzó a octavos como segunda de grupo.
Cargada de confianza tras su mejor partido en el torneo, Uruguay jugará los octavos de final el sábado en Sochi, mientras que Rusia los disputará un día después en Moscú. Sus rivales saldrán del Grupo B, que se define esta tarde con España, Irán y el Portugal de Cristiano Ronaldo con posibilidades de pasar de ronda.
Con permiso de Suárez, que sumó su segundo gol, la fiesta uruguaya tuvo otro protagonista en Fernando Muslera. El arquero cumplió 100 partidos con la selección, alcanzó el récord de más actuaciones mundialistas con Uruguay (14) y sigue sin recibir goles. Solo Croacia puede decir lo mismo, aunque con un partido menos.
Con la clasificación en el bolsillo, Tabárez hizo cuatro cambios, incluida la entrada de Sebastián Coates por el lesionado José María Giménez, y alteró la formación para sacar un equipo más cerrado y de contraataque. El ruso Stanislas Cherchesov reservó por su parte a tres titulares: Mario Fernandes, Alexandr Golovin y Yuri Zhirkov.
El partido comenzó de ida y vuelta hasta que Suárez lo desequilibró: ganó primero un balón por la izquierda que terminó en una falta a Rodrigo Betancur en la puerta del área. El máximo anotador histórico de Uruguay lanzó el tiro libre bajo y pegado al palo del arquero: su segundo gol en Rusia y el número 53 con la selección.
Rusia tuvo el empate en la siguiente jugada por medio de Cheryshev, una de las sorpresas del torneo con tres goles, pero Muslera tapo su remate a quemarropa: anuncio de otra actuación sin tropiezos, más allá de un balón mal entregado que pudo dar el descuento a Rusia en el segundo tiempo.
Parecía el preludio de un asedio ruso, pero Cheryshev terminó resultando decisivo en el arco equivocado. Diego Laxalt disparó desde fuera del área y el balón se desvió en el atacante ruso para burlar al arquero Igor Akinfeev, que se había inclinado al otro lado.
El gol desinfló a la anfitriona y Laxalt, un acierto de Tabárez en la banda izquierda, no tardó en darle otro golpe anímico. El lateral del Genoa volvió a desbordar en velocidad y forzó una falta de Igor Smolnikov, que sumó su segunda amarilla después de recibir la primera por una falta a Edinson Cavani y fue expulsado en el minuto 36.
La expulsión forzó al técnico Cherchesov a sacar a Cheryshev por Mario Fernandes y el ataque ruso quedó reducido a Artem Dzyuba, anulado toda la tarde por el capitán Diego Godín, y luego a Fedor Smolov, que jugó la última media hora en reemplazo de Miranchuk y dio nuevo aire al ataque de los locales.
No se dio por vencida Rusia y Dzyuba pudo descontar tras un balón mal sacado por Muslera, pero remató muy desviado. También Uruguay pudo ampliar la cuenta sobre todo gracias a varios intentos fallados por Edinson Cavani. Cuando parecía que el delantero del París Saint-Germain cerraría su tercer partido sin gol, una carga anímica para octavos, aprovechó un rechace de Akinfeev tras un cabezazo de Godín y empujó el balón a la red en el minuto final: una liberación que deja otra buena noticia para Uruguay.
La derrota puede tomarse como un valioso aviso a Rusia, que venía sumida en un clima de euforia tras marcar ocho goles a dos equipos más modestos como Arabia Saudí (5-0) y Egipto (3-1). A partir de octavos, la anfitriona puede contar con rivales más parecidos a Uruguay.
Rusia era también la prueba más seria del grupo para la "Celeste", que la aprobó con menos problemas de lo esperado. Tan valioso como el pleno de tres victorias en tres partidos fue la imagen que dejó el equipo de Tabárez sobre todo en el primer tiempo. España, Portugal o Irán están avisados: Uruguay será una roca dura de roer en octavos.
