El jefe de Gabinete, Marcos Peña, consideró hoy que la aprobación de un préstamo del FMI por 50 mil millones de dólares, es "un paso muy positivo para Argentina, una señal de confianza y respaldo al rumbo económico" del gobierno.
Asimismo, calificó de "impecable" la negociación con el organismo porque hubo "mucho profesionalismo" del equipo. En ese sentido, destacó el rol del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger; como también la "claridad" de Mauricio Macri, al anunciar el inicio de las conversaciones con el Fondo desde un primer momento.
Peña consideró además que la toma del crédito es "una medida preventiva para tener mayor cobertura frente a las volatilidades en el mundo, y un país que no esta en equilibrio fiscal".
Por otra parte, remarcó: ha "quedado en claro que nosotros somos los responsables de la política que se lleva adelante y quienes tenemos que resolver los problemas de los argentinos".
Sin imposiciones
Ante la pregunta sobre el ajuste acordado, el jefe de Gabinete aseguró que "el Fondo no pide imposiciones" sino "las garantías de seguir en un camino de crecimiento", y en ese sentido precisó que "las medidas de equilibrio fiscal no implican una recesión o achicamiento de la economía, (sino que) tienen que ver con mejorar la calidad del gasto publico".
Por otra parte, destacó la importancia de "la discusión presupuestaria" en el contexto del préstamo del FMI, remarcando que allí tiene que haber un "definición de responsabilidades en el marco del diláogo político".
Además, insistió en el "planteo de hacer consensos básicos", para lograr el "equilibrio fiscal, propiciar la "generación empleo y la calidad instituucional".