"No lo esperábamos. Estábamos listos para competir contra un equipo en formación como Vélez y de repente pasó esto. Lamentablemente se está luchando de manera desigual en el fútbol argentino y muchos saben como es esto y se mira para otro lado". Esto este uno de los conceptos que dejó el entrenador de Colón, Eduardo Domínguez, después de quedar trunco el partido contra Vélez de la fecha pasada por los movimientos de la barra, que arrojó tres bombas de estruendo al campo de juego.
Los medios que lo esperaban después del entrenamiento de este jueves en el predio para consultarle si hubo alguna visita indeseada de los hinchas en la semana: "No los conozco ni los vi por el predio. Es la primera vez que me pasa estar así y me tomó de sorpresa. Me chocó y me dolió bastante. Pero está más que claro que es un tema que va más allá de nosotros. La seguridad es responsabilidad de otros.
Asimismo, expuso que se vio sorprendido por el pedido de quita de puntos: "Escuchar algunas declaraciones de gente de Vélez, exigiendo multas ejemplificadoras, me sonó extraño. No es que defienda estos colores, pero acá se está combatiendo esta situación y ¿por eso se lo quiere castigar? Eso me da risa. En vez de querer terminarlo algunos piensan que hay que continuar con los mismos medios. Esto va más allá de un partido. Se puede sancionar, pero si se mira para el costado en vez de combatir seguiremos hundidos en la misma mierda. Se tiene que resolver rápido, porque queda poco para el final".
En el final, sentó una clara postura: "Esta historia viene del año 30. Pasa en todos los clubes. Uno muchas veces no trata, pero los conoce. Fui jugador y ahora soy técnico y no tengo que actuar en esta situación. Otros deben ocuparse del tema. Seguimos de la misma forma. Tampoco nos hagamos los estúpidos, porque hubo muertes incluso y esto no se detiene. Nos tenemos que replantear para dónde queremos ir. Vamos con el facilismo y, si nos tienen que quitar los puntos, que lo hagan, pero que sirva para solucionar esto".