Nahir, de 19 años, fue dada de alta ayer del área de psiquiatría del Hospital Centenario de Gualeguaychú, donde permanecía internada desde el viernes, luego de confesar que había asesinado a su novio. Aproximadamente a las 13, fue trasladada a la Comisaría del Menor y la Mujer, donde quedará alojada por 60 días, según lo dispuso el juez Guillermo Biré, tras la audiencia de imputación.
El fiscal a cargo de la causa, Sergio Rondoni Caffa, había adelantado que iba a pedir la prisión preventiva de Galarza porque “hay riesgo procesal” y le imputará “homicidio doblemente agravado por la relación de pareja y por el uso de arma de fuego”, delito que prevé en un futuro juicio oral la pena de prisión perpetua.
Al respecto, recordó que el Código Penal considera que “existe relación de pareja hayan o no convivido”, aunque dijo que establecerá fehacientemente cuál era el vínculo una vez que se realice el peritaje de los celulares de ambos jóvenes.
En ese sentido, explicó que el juzgado de Garantías lo autorizó a peritar los últimos seis meses y que el teléfono de Pastorizzo no fue alterado porque se secuestró apenas se encontró el cadáver del joven el viernes último en la calle.
Acerca del móvil del crimen, Rondoni Caffa dijo que “no hay denuncias de violencia de género” por parte de la joven, pero “hay una amiga de ella que dice que la había golpeado y amigos de él que dicen que él era víctima de violencia por parte de ella”.
No obstante y en la contracara de la historia, surgieron declaraciones del padre de Nahir Galarza quien dijo que el joven asesinado la “hostigaba y golpeaba”.
Los amigos de ambos también declararon que había fotos de ellos golpeados, por lo que esas imágenes también podrían ser rescatadas de los teléfonos.
Sobre la confesión de la joven, el fiscal dijo que “manifestó que no tenía una relación de pareja, que reconocía la autoría, que había efectuado los dos disparos, muy brevemente comentó cómo había sido el hecho, reconoció que era el arma de su padre, pero que su padre no tenía nada que ver”.
El funcionario judicial consideró inusual la inmediatez con la que la joven confesó el hecho y consideró que lo hizo bajo un estado de shock.
Antes de que la joven quedara detenida, el fiscal dijo que ya le habían acercado el dato de que Nahir había sido vista cerca del lugar del crimen e incluso dijo que sospechaban de su madre y por ese motivo sometieron a la mujer a un dermotest para ver si había disparado algún arma.