Desde que arrancó el receso de la Superliga, en Colón lo más importante pasa por concretar la continuidad de Eduardo Domínguez como entrenador. Quizás se le dio más trascendencia que lo que realmente se cocinaba puertas adentro. Más que nada, porque hubo constantes contactos en pos de llegar a buen puerto y, de no mediar inconvenientes, el Barba seguiría como conductor rojinegro.
Es verdad que éste último le hizo llegar una serie de pedidos con el fin de dar un nuevo salto de calidad y que estarían demorando un poco todo. Lo económico no sería un problema, porque desde ya habrá un incremento en su salario, sino que lo que resta pulir son los detalles de logística. Entre esos ítems figuran viajes en avión y mejoras en el predio y el estadio. Sin dudas que es relevante, porque demandaría de una sustanciosa erogación de cara al próximo semestre, que puede cargarse si es que el equipo avanza en la Copa Sudamericana (el sorteo será el miércoles 20 de diciembre).
Pero también hay que referirse a los refuerzos, que deberán llegar para calzarse la camiseta, enfocándose más en calidad que en cantidad. Ahí radica un nuevo movimiento que la directiva, encabezada por José Vignatti, deberá estar atenta. Esto atendiendo a que seguramente los apellidos serán "pesados" o de "jerarquía", ya que la premisa sigue siendo pelear bien arriba. Los resultados le dan la derecha a Eduardo Domínguez, que le imprimió sus ideas al grupo, que respondió de manera favorable.
De todas maneras no quiere conformarse con eso y la idea es ir por más. Es así como la semana que viene marcará nuevas informaciones, más que nada para alcanzar el cometido que todos los hinchas de Colón están esperando: la continuidad del DT. Pero hasta que no esté la firma, nada puede darse por hecho.