El canciller argentino, Jorge Faurie, fue la primera voz oficial en expresare luego de que esta mañana el vocero de la Armada Argentina, capitán de navío Enrique Balbi, diera a conocer algunas horas después de la última comunicación del submarino ARA San Juan que "hubo un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión".
"Este es un día con bastante angustia e inquietud para todos los argentinos", dijo el canciller durante el cierre de la jornada "Argentina 2030 – Israel 2048", que se desarrolló este mediodía en el Auditorio Manuel Belgrano.
Al mismo tiempo que Faurie agradeció el apoyo brindado por los 13 países que participan de la operación, se mostró esperanzado por "la evolución del trabajo que lleva adelante el Ministerio de Defensa".
"No es un día anecdótico para los argentinos; va toda nuestra solidaridad con la gente que trabaja en esto y para los familiares de los marinos que están en el San Juan", expresó el Canciller.
Esta mañana, el vocero de la Armada explicó que los datos que envió el embajador en Viena, Rafael Grossi, "coinciden con la información de los Estados Unidos y agencias de otros países", que reportan que el miércoles (de la semana pasada) a las 10:31 "habían detectado una anomalía hidroacústica".
"En este caso estamos confirmando esa información con la organización de control de pruebas nucleares", de la que es miembro la Argentina, agregó Balbi.
La zona de donde provino la anomalía hidroacústica está a 430 kilómetros del punto más cercano de la costa en el Golfo de San Jorge, y tiene un radio de 125 kilómetros. Está cerca del talud, donde la profundidad del mar tiene variaciones muy considerables, desde los 200 metros hasta los 1.000, 2.000 o 3.000 metros.