El 5 de octubre de 1997 quedará grabado a fuego en la retina y los corazones de los hinchas de Colón. No solo por el gol, sino a quién y en qué conexto. El Sabalero, que paralelamente estaba jugando Copa Conmebol (llegó hasta las semifinales) y era dirigido por Jorge Olguín, tuvo un compromiso llenó de adrenalina: el clásico.
Ese mismo, disputado en el estadio Brigadier López que estaba de bote a bote, ratificó un gen sabalero, el de sufrir esta el final. Se había puesto en ventaja con gol de Cristian Castillo, pero en el complemento llegó la igualdad de Pablo Bezombe para el Tate.
Parecía que todo terminaba en tablas, pero el destino le tenía algo preparado para el final al Rojinegro. Cuando el tiempo regular se moría, aparició Nelson Agoglia para estampar el 2-1 y desatar el festejo enfervorizado de miles de almas.
Este el recuerdo al estilo LT10