El ex Chiquititas Sebastián Francini sorprendió con una serie de revelaciones sobre su vida actual y sobre lo que fue de su carrera luego de formar parte de la exitosa serie de Cris Morena.
"Vengo de una familia de laburantes. Yo me gané un Martín Fierro y después terminé laburando en la ferretería de mi familia, en Villa Celina, porque no tenía trabajo", aseguró el joven, que comenzó a trabajar a los 4 años y hoy tiene 27.
El preciado galardón lo obtuvo en 1999 por su interpretación en la ficción de Telefe. Luego hizo comedias musicales en el teatro y hasta trabajó con Guillermo Francella y Julián Weich en el cine. Pero no siempre tuvo suerte.
"Desde los 17 años hasta los 21 mermó el trabajo y tuve una crisis. Yo empecé todo al revés. De chico tendría que haber estado formándome como artista y yendo al colegio. La escuela nunca la dejé, pero estuve muchos años laburando y estar dos años parado se siente. Lo único que sé hacer es actuar, escribir. Es con lo que más libre me siento", reveló, en diálogo con Pronto.
Y amplió, "Me dio orgullo poder seguir con el legado de mi familia. En esos momentos, quizás aparecía algún laburo de actor, pero no como para vivir de eso. Entiendo que mi profesión es así: tiene altibajos. Si yo hubiese tomado el trabajo en la ferretería como el fin de mi carrera, no sé cómo estaría ahora. Seguramente angustiado. Pero lo vi como una oportunidad.
Viví lo que es estar arriba, como cuando trabajaba con Cris Morena, y abajo, cuando no conseguía laburo. Hoy por hoy, a fuerza de voluntad, logré dar vuelta la cosa", agregó.
Hoy, afortunadamente, trabaja en lo que le apasiona, ya que regresó a las tablas con la obra "Beatnik", en el teatro Ludé. Además, lidera la banda Sebastián Francini & La Vanguardia y profesa el budismo.
"Practico el budismo de la Soka Gakkai, que tiene como referentes a Orlando Bloom y a Tina Turner. Es un budismo para la gente, a diferencia de otros que son más personales. Es una filosofía de vida que pone en jaque un montón de cosas. Yo me creo mucho más rico de lo que tengo y no me falta nada. Me empecé a despojar de un montón de cosas que realmente no necesitaba", detalló.