Los abogados del grupo y el fotógrafo y dueño de la cámara, David Slater, pidieron al Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos con sede en San Francisco que desestimara el caso y rechazara una decisión de un tribunal inferior acerca de que los animales no pueden poseer derechos de autor.
Andrew J. Dhuey, abogado de Slater, declinó comentar sobre cuánto dinero han generado las fotografías o sobre si Slater se quedaría con el 75% restante de los futuros ingresos.
No hubo un fallo del 9no Circuito por el momento.
Los abogados de Slater argumentaron que la compañía de su cliente, Wildlife Personalities Ltd., es dueña de los derechos comerciales de las fotos, incluyendo la ahora famosa selfie de la sonrisa del mono.
Las fotos fueron tomadas durante un viaje a la isla Célebes, Indonesia, en 2011, con una cámara de Slater.