Hace algo más de dos años Edgardo Fernández, referente ineludible del hockey de Santa Fe y coordinador general en el Club Náutico El Quillá, tuvo la idea de proyectar una posible cancha de sintético. A esa aventura se le sumó Sergio Antoniazzi, y hasta hoy fue una etapa de mucho trabajo y de una gran inversión, ya que el costo de esta cancha alcanza el millón de dólares, para cumplimentar esta primera etapa.
En la tarde de este miércoles, a pesar del cielo nublado, las chicas de Sub 16, Sub 18 y Primera División pudieron llevar adelante el primer entrenamiento en la cancha de césped sintético de agua ubicada a orillas del lago del Parque General Manuel Belgrano, en el extremo sur de nuestra capital.
La semana pasada se terminó de colocar la carpeta, aunque el proceso fue largo, ya que hubo que cumplimentar otros pasos previamente, como la capa asfáltica, las ocho torres de iluminación, el cercado con los parapelotas que van detrás de los arcos, y el cerco perimetral que va a rodear al nuevo campo de juego.
"Toda la familia del hockey de El Quillá se encolumnó atrás de este proyecto que hoy especialmente es una realidad. Estamos estrenando la cancha, esto es el primer mundo, y lo estamos haciendo con los entrenamientos" señaló Edgardo Fernández.
El también entrenador de los seleccionados de la ASH, explicó que "En un breve lapso de tiempo vamos a comenzar a jugar los partidos oficiales de la Asociación Santafesina, y tenemos en vista una inauguración oficial más para fin de año. El partido con Santa Fe Rugby vamos a jugarlo en Sauce Viejo, pero hoy estamos estrenando la cancha".
Agregó que "Este campo de juego es único en el país por el gramaje que tiene que es nuevo, de las mejores del mundo, y que se fue construyendo con todas las normativas de la Federación Internacional para que sea homologada y poder organizar campeonatos de primer nivel".
"Estamos en presencia de una cancha que es un lujo para la ciudad, no solamente para El Quillá, sino para todo el hockey de la región" concluyó el Perro Fernández.
La cancha cuenta con un sistema de riego, para lo cual hubo que efectuar un trabajo en las cunetas para desagotar la cancha cuando se riega o bien en casos de precipitaciones. No quedan más que palabras de felicitaciones, porque lo que parecía un sueño, hoy es una realidad, clave para el desarrollo del hockey en la región.