Esta mañana se llevó a cabo la autopsia para esclarecer aspectos de la brutal muerte de Pablo Cejas, que ocurrió anoche en el barrio Yapeyú de nuestra ciudad, en condiciones nada claras y en medio de un marco de sospechas por las denuncias que él había formulado varias veces en torno de supuestos vínculos entre el narcotráfico y la policía provincial.
Pascual Pimpinella, médico forense presente en la autopsia, corroboró que existieron 12 disparos: 8 de ellos tienen orificios de entrada y salida, con lo que atravesaron el cuerpo de Cejas, y otros 2 quedaron alojados dentro, mientras que los dos restantes conformaron "heridas tangenciales", probablemente ocasionadas por otras 2 balas. Todos dejaron los rastros que esta mañana conocimos: 16 impactos de entrada y salida, otros 2 de las balas que quedaron alojadas en el cuerpo, y otras dos heridas tangenciales probablemente ocasionadas por otros disparos o por los recorridos de los proyectiles.
Según indicó Pimpinella, quien también es docente de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNL y columnista en el programa Al Derecho y Al Revés, las balas analizadas (que son las alojadas en el cuerpo del occiso) son “de gran calibre”.
Leé también: Acribillaron al policía protegido Pablo Cejas en Barrio Yapeyú
Respecto de la hora en la que habría sido asesinado, Pimpinella infiere que fue antes de la hora en la que habitualmente cenaba, porque su estómago “estaba vacío”. “El estómago nos da muchos parámetros; el estómago estaba vacío por lo tanto tiene que haber sido previo al horario que solía cenar”, explicó.
¿Arrastraron el cuerpo?
En la autopsia se comprobaron también otras cosas, como ciertas escoriaciones que indicarían que el cuerpo fue trasladado de un lugar a otro. “Tenía otras lesiones post mortem de lo que pudo haber significado el traslado del cuerpo, como lesiones en la zona abdominal”, dijo Pimpinella.
Leé también: Sospechan que a Pablo Cejas lo mataron en otro lugar
“Nosotros no vamos a la escena del crimen, no podemos constatar las huellas” que sí constatan quienes realizan las pericias en el terreno, dijo el facultativo. “Nosotros medimos las huellas del cuerpo, que son huellas por abrasión, como se llama a aquellas q se ocasionan cuando el cuerpo se arrastra sobre una superficie”
En tanto, se supone que todas las heridas fueron ocasionadas por la misma arma, aunque esto solo puede comprobarse analizando las balas alojadas en el resto. Las heridas provocadas por los proyectiles que ingresan y salen del cuerpo no son suficientes para evaluar el calibre del arma, explicó el médico-
En cualquier caso, los analizados se corresponden con armas de “gran calibre”.
¿Simbología narco?
La hipótesis del robo queda descartada desde el momento que la moto y celular de Cejas estaban cerca del cuerpo. Entonces, ¿qué móvil motivó este hecho?
“Hay cosas que se hacen simbólicamente, para dejar un mensaje”, explicó Pimpinella, y ejemplificó: “Si aparece un cadáver con la lengua cosida, es porque esa persona habló de más”; “si se cosen los ojos en la órbita ocular quiere decir que vio algo”.
“Cuando se quiere dejar un mensaje no se dejan heridas en lugares vitales del cuerpo”, dijo el facultativo. ¿Por qué? “Porque se quiere que la persona muera pero que también agonice, para dar un mensaje. En este caso se dio totalmente al revés: los disparos estaban en el tórax y en la cabeza”, indicó.
“En este caso -reflexionó Pimpinella- lo llamativo es la cantidad de heridas: hay que ver si es algo simbólico o si obedece a una cuestión pasional”, aunque los crímenes pasionales se practican en general “con armas blancas”, dijo el médico.