Educación - Patagonia

Domingo 28 de Mayo de 2017 - 16:45 hs

Firmas para que no cierre una escuela con solo una alumna

Por orden oficial, la escuela 331 de Río Chico debe cerrar. Pero los vecinos resisten.

Actualizado: Domingo 28 de Mayo de 2017 - 16:47 hs

Crédito: Clarín

Una alumna. Una docente. Un paraje inhóspito en medio de la Patagonia. Este es el crudo escenario de la Escuela rural 331 de Río Chico Abajo, a punto de cerrar sus puerta por decisión del ministerio de Educación de Río Negro. La Resolución 1799/17 le impone una suspensión temporal a la escuelita ante la baja densidad de alumnos. Hoy tiene un estudiante, Candela de 5 años. Entre 2015 y 2016 fueron dos, Candela y su hermana en la actualidad con edad de asistir a la Secundaria. En 2012 eran 9. Los vecinos cuentan que la escuela es un punto de encuentro para quienes habitan los desolados rincones del desierto patagónico. El gremio docente (UNTER), asegura que los motivos son económicos y que no se ha considerado el rol socializador que desempeña el espacio al que también asisten 16 adultos en proceso de escolarización.

La docente Gladys Osovnikar, junto a los habitantes de la zona, formaron un grupo en Facebook que ya tiene cerca de 2000 “Amigos” y otro en Change.org, en cual solicitan la continuidad al gobernador Alberto Weretilneck. Más de 20 mil personas apoyan la convocatoria.

“Vamos a defender la Patria en Escuela 331, su gente, su vida, la educación, el sentido de pertenencia, sus derechos, hoy estamos junto a la familia Peña Fernandez diciendo No al Cierre. No debemos dejar que le arrebaten sus derechos de elegir el lugar que deciden ir”, dicen los vecinos en un texto conjunto. A su reclamo se han sumado docentes de La Pampa, Chubut y otras provincias.

La Escuela primaria 331 de Río Chico Abajo fue fundada en 1997 en un edificio que originalmente era un salón comunitario. Está a 40 kilómetros de Río Chico, la localidad más cercana con 282 habitantes. Son 100 menos que en el anterior censo de 2001. La crisis del campo obligó a decenas familias de la Línea Sur a mudarse a las grandes ciudades, dejando a tras sus tierras y su cultura.

El ministerio de Educación provincial espera que Candela se traslade junto a su familia -los Peña Fernández- a Río Chico para completar su formación en la Escuela 163. Desde el ministerio implementaron una red de apoyo familiar que incluye el alquiler de la casa.

“El proceso de escolarización de la niña en cuestión no era continuo ni habitual. Las clases de este año comenzaron en febrero y recién recibió los primeros contenidos de 2017 luego de la segunda quincena de marzo”, argumentó la ministra de Educación y Derechos Humanos, Mónica Silva.

Pero la Escuela 331 es más que una “escuela”. La institución se erige como un núcleo vital de encuentro en los límites del paraje, rodeado de cerros pelados y clima desértico. Sus estudiantes y vecinos han llegado tradicionalmente a pie, en bicicleta o a caballo para asistir a clases o conversar, rompiendo con el aislamiento impuesto por la geografía.

“El gobierno aduce falta de matrícula pero no ve que la escuela es el centro de la vida de la comunidad. Una escuela que cierra deja a un paraje sin su espacio de encuentro independientemente de que existan niños en edad escolar. Los pobladores dicen que si se cierra la escuela, todo termina acá”, le aseguró a Río Negro, Benjamín Catalán, secretario gremial de Unter Central.

“En muchas de las escuelas de la línea Sur estamos perdiendo la matrícula considerablemente. Hay una realidad, que es que con la crisis que tuvo el campo, la gente no elige el sector rural para vivir”, explica por su lado José María Ramallo, coordinador regional de Educación de la Zona Sur 1.

Para su única docente, el conflicto de la Escuela 331 supera los límites de la enseñanza. Es además una cuestión de amor propio y de vínculo con la tierra. “No es fácil vivir en el campo, en estos lugares aprende de los silencios, oscuridad, negatividades propias de la adversidad pura a convertirlas en fortalezas, de luchas continuas y a descubrir que se puede no importa el tiempo y aprender a canalizar las energías desencontradas, gracias por estar siempre acompañándome de todos los lugares de mi.provincia y país”, relata Osovnikar.

Fuente: Clarín