Cuando Jorge Sampaoli miró el calendario definitivo por la gira en Oceanía y en Asia, dejó de dudar. En un momento, había especulado con llevar jugadores del fútbol latinoamericano, porque los que participan de ligas europeas estarían de vacaciones. Pero hizo las sumas y decidió que había que esforzarse. Si no existieran estas jornadas, la Selección argentina llegaría al cruce contra Uruguay, en el Centenario, en uno de los últimos cuatro partidos de las Eliminatorias para Rusia 2018, con entre tres y cuatro entrenamientos. En este caso, multiplicará eso: porque, en este caso, sumarán diez entrenamientos más.
Sampaoli estuvo algunos días en Sevilla diseñando entrenamientos. Hay que afianzar las ideas y el estilo. Porque Argentina apostará a tener posesión, pero no alcanza con eso, sino que, como planteó Pep Guardiola, "el tiki taka es una mierda" y hay que elaborar productivamente. Entonces, habrá que profundizar en la creatividad y en la elaboración.
Es cierto que en la primera parte de los entrenamientos no se podrá contar con Gonzalo Higuaín y con Paulo Dybala, ya que vendrán de la final de la Champions League. Es muy difícil que sean titulares en el debut, contra Brasil, en Australia, donde Tite no llevará ni a Dani Alves ni a Neymar.
No tiene Sampaoli definida, lógicamente, la formación inicial para los amistosos. Verá a los jugadores y determinará, según el estado físico de cada uno y el equipo que ponga Brasil, recién ahí qué hacer con su once inicial.