La comunidad de Alcorta se movilizará esta tarde por la crisis que atraviesa la fábrica de calzado Wyler's, que este año vio mermar en un 40 por ciento la demanda de sus productos a causa de la apertura de las importaciones dispuesta por el gobierno de Mauricio Macri, y la caída en general del mercado interno, a lo que suman los tarifazos y las oscilaciones del tipo de cambio. Ante esta situación, se ofrecería en los próximos días el retiro voluntario a 40 de los 150 trabajadores de la empresa, aunque el pronóstico es incierto para la totalidad de las familias afectadas, que representan una porción importante de la población de Alcorta, que ronda los 7.600 habitantes. Los trabajadores hace un mes enviaron una carta al presidente de la Nación pero no tuvieron respuesta de ningún tipo.
"El personal de la firma Wyler's, convoca al pueblo de Alcorta en general, para el miércoles 5 de octubre a las 18, en la medialuna del ferrocarril, a los efectos de que acompañen el legítimo reclamo a las autoridades nacionales, para que brinden una solución inmediata a la problemática actual del sector, que pone en riesgo inminente la fuente de trabajo. Sabiendo de la solidaridad y apoyo recibido hasta el momento, rogamos la presencia de quienes se puedan sumar, la cual dará el apoyo moral y efectivo para terminar con ésta situación que mantiene en vilo a decenas de trabajadores", reza la convocatoria.
Wyler's emplea a 150 personas para la producción de zapatos de buena calidad y zapatillas de cuero, siendo proveedor de marcas como Grimoldi o Storkman, además de poseer una marca propia llamada Pataugas. La producción era hasta el año pasado de unos mil pares diarios, pero en los últimos meses bajó a unos 600 por día, con perspectivas de seguir empeorando si no se revierten las causas de la crisis.
Gerardo Cucco, titular de la empresa, indicó a LaCapital que "la reunión (de hoy) en Alcorta es para protestar por esta situación, la organizaron los empleados de la fábrica y le pidieron al pueblo que se sume".
Reseñó que "hace cuatro meses ya estamos en situación de reducir personal, venimos tratando de sostener a todos, perdiendo plata, pero se hace insostenible", y resumió: "Del 2015 al 2016 perdimos 35 por ciento" de la demanda. Las causas son "el problema de la caída de consumo más la importación, lo que es muy peligroso". Incluso apuntó que "de los clientes con los que trabajamos, ya hubo alguno grande que no nos hizo más pedidos porque directamente se convirtió en importador".
El empresario señaló que "tenemos 150 empleados, pero nos estamos quedando sin trabajo, el camino es muy corto". Admitió que "tratamos de que no fuera así, pero ahora estamos haciendo un replanteo, nos duele por la gente, pero contra lo económico no se puede hacer nada, y cada vez nos enterramos más", graficó. Mencionó que mantuvieron reuniones con el gobierno provincial junto al sindicato del Calzado, quedaría la herramienta de los Repro del Ministerio de Trabajo de la Nación, pero de todas formas no ven un horizonte de reactivación.
"Las cámaras (empresarias) vienen protestando pero esto es un poco lo que les pasa a todos, se podrían controlar mejor las importaciones o alentar el consumo, pero a futuro todo seguirá en caída. Pasa en todos los sectores, a la línea blanca le pasa lo mismo, y mañana será el textil o el juguete", enumeró pesimista.
Y se lamentó: "Justo este año cumplíamos 40 años, pero ¿qué vamos a festejar? Hasta estábamos terminando una planta de 4.000 metros cuadrados, pero este país es así".
Macri no contesta. Elsa Garay es delegada gremial en la fábrica Wyler's, la empresa más importante de Alcorta, cuyos trabajadores le enviaron una carta al presidente Mauricio Macri planteándole la crítica situación. "No nos respondió nadie", se quejó luego de más de un mes de enviar la misiva. Allí le planteaban que la fábrica "está viendo caer su producción con las políticas de libre importación, variaciones en el tipo de cambio, sumado a los sucesivos aumentos de los servicios, que no se han visto reflejados de la misma manera en el salario de ningún trabajador".
"Esto es muy triste". "Quieren despedir gente pero no hay otra solución, por ahora se frenaron, pero vamos a hacer una marcha y la idea es encontrarnos en la plaza del pueblo para ver si nos escucha alguien", indicó a La Capital. Relató que "la gente está sin trabajo, es muy triste, la importación es el grave problema", y recriminó que "el presidente (Macri) no está gobernando para la Argentina, no entiendo cómo puede dejar entrar a tantos productos de afuera".
La delegada gremial explicó que "no hay suspensiones aún pero no hay solución, estamos todos desesperados porque vemos que se viene la noche porque esta es casi la única fuente de trabajo que hay" en el pueblo, ya que "somos 150 trabajadores en un pueblo de menos de 8 mil habitantes, es la fábrica más grande que tenemos".
Una de las alternativas de la empresa es solicitar un procedimiento de crisis ante las autoridades, o bien adaptar su planta de personal a la nueva realidad por la vía de los retiros "voluntarios". "Ahora se estaría por presentar en crisis, pero a la vez esa no es una solución, porque no se trata de que no hay plata para pagar los sueldos sino que no hay qué fabricar".
Para sostener la actividad en los últimos meses, la fábrica estuvo adelantando producción a comercializar el año que viene para la temporada de invierno y calzados colegiales, pero ahora "nada que ver la cantidad de pares con los otros años: fabricábamos mil pares por día y ahora estamos en 600 y empieza a sobrar gente", comparó Garay.