Unión - Por César Carignano

Domingo 15 de Mayo de 2016 - 09:19 hs

"Pan para hoy, y para mañana"

Actualizado: Domingo 15 de Mayo de 2016 - 09:23 hs

Que las conclusiones y los análisis finales deben hacerse con el campeonato culminado es absolutamente cierto. Adhiero firmemente a ello, pero durante el camino las apreciaciones sirven y la observación puede dejar certezas, ideas, realidades.

En este certamen Madelón tuvo la virtud de planificar considerando los rivales de turno y leyendo, con criterio, el rendimiento propio. De allí que el dibujo del actual equipo sea diferente al del inicio, más allá de que los nombres se parezcan mucho.

Cuando esta empresa tambaleaba, al igual que su continuidad, encontró una solución en La Boca. Ya había deambulado por diferentes planteos en los encuentros previos, en la búsqueda de otros triunfos que acompañen al de Temperley. El resultado, en La Bombonera, se quebró sobre el cierre, pero la mirada amplia, objetiva, dejó entrever que el funcionamiento había tenido buenos momentos y las piezas se habían sentido cómodas en ese engranaje.

En el Centenario, aquellas sensaciones se confirmaron, y con el impacto emocional del sólido triunfo en el derbi, la nueva idea comenzó a enraizar. Y los apellidos a dejar cada vez menos espacios para las dudas.

De allí en más el equipo se fue afirmando, al igual que el planteo. Caer en resultados puntuales, como la caída ante Lanús, sería minimizar el campo visual. Caer en un funcionamiento aislado, como el de los primeros cuarenta y cinco minutos frente al granate, también lo sería. La intención es amplificar el espectro, ver en perspectiva.

Desde aquella sexta fecha ante la escuadra de los Barros Schelotto el equipo rojiblanco ha impuesto, con creces, un dibujo táctico que le ha deparado convincentesactuaciones y rentables resultados. Acierto del entrenador y capacidad de los intérpretes para encontrar su lugar, como Gamba por ejemplo. Desde aquél día los cambios, semana a semana, han referido al reemplazo de lesionados o suspendidos más que a cuestiones tácticas (exceptuando el match ante Tigre).cuando se cuidó a ciertas individualidades para el segundo Clásico.

No es fácil avizorar al capitán de este barco para la próxima aventura futbolera, la que culminará con cuatro descensos allá por mediados de 2017. Tampoco puede saberse a ciencia cierta que protagonistas continuarán defendiendo esta camiseta. Sin embargo, el hincha puede tener algunas exactitudes a estas alturas.

El grupo se ha adaptado a un esquema de juego que a la postre ha resultado fructífero, más allá de lo que pase ante Atlético Paraná y Estudiantes. No sólo los once estelares, esos que justificadamente han conseguido su lugar, han rendido y conocen la idea; las alternativas a ellos también han demostrado comprender la intención del entrenador lo cual es muy valioso para el andamiaje, que se reciente poco con las modificaciones y para la institución, ya que casi siempre los primeros recambios provienen de las canteras Tatengues, al igual que varias piezas inamovibles. Cuando esto ocurre, el concepto de juego es propiedad de todos y se transforma en identidad. Y no es poca cosa alcanzarla en este vertiginoso fútbol argento.

Unión sabe a qué juega, y cómo juega.Salga bien, o no tanto. Gane o pierda. Estará, entonces, en la decisión de los dirigentes y del propio técnico darle algún grado de continuidad a este valioso capital que se edificó con sacrifico, autocrítica y talento. De ello dependerá que este patrimonio, que es pan para hoy, también sea pan el día de mañana.

Fuente: LT10