Desde hace un tiempo, la comunidad del Hospital Iturraspe debe soportar trabajar y atenderse con grietas en las paredes, humedades en los techos y hasta desmoronamientos del cielorraso. Esto último fue lo que le sucedió a una psicóloga en plena consulta.
Consultado por el tema, el director del nosocomio, Francisco Villano, reconoció la situación, y dijo que el efector “tiene necesidad de ir arreglando todo”. Como ejemplos, enumeró los desagües, el deterioro de la Terapia Intensiva y el Laboratorio, las filtraciones en los techos de quirófano y en el área administrativa de Oncología, las roturas de vidrios de las ventanas durante la tormenta del 19 de febrero, y los techos que “hoy muestran las deficiencias de la falta de mantenimiento”.
Villano señaló que la cuestión ya ha sido hablada con el Ministerio de Salud, al cual se le ha presentado “un plan de obra maestro de refacciones que se tienen que ir haciendo progresivamente para poder sostener el funcionamiento del hospital” hasta que se inaugure el nuevo nosocomio. Según especificó, para dejar realmente en condiciones el edificio hace falta una inversión de 5 o 6 millones de pesos.