Unión eligió no especular y resolvió una situación sensible del mercado antes de que el reloj jugara en su contra. Diego Armando Díaz estuvo este martes por la tarde en la sede del club y selló su vínculo contractual, luego de que la dirigencia rojiblanca confirmara la ejecución de la opción de compra que le permitió quedarse con la mayor parte de su ficha.

La determinación llegó sobre el cierre del plazo estipulado y puso fin a semanas de conversaciones, idas y vueltas y escenarios abiertos. El Tatengue adquirió el 80% de los derechos económicos del atacante, cuyo pase pertenecía a Sportivo Las Parejas, y se garantizó así la continuidad de un futbolista que había quedado en el centro de las dudas.

La operación se concretó en los términos originalmente pactados: 150 mil dólares, a cancelar en seis cuotas, por el 80% del pase. El club santafesino intentó en distintas instancias mejorar las condiciones económicas, e incluso avanzó con la idea de comprar la totalidad de la ficha, pero sin éxito. Con el vencimiento del plazo como amenaza concreta, la dirigencia optó por no correr riesgos y cumplir con lo firmado.

De este modo, Unión cerró una negociación extensa y evitó que Díaz quedara liberado del control del club, un escenario que podía generar pérdidas tanto deportivas como patrimoniales.

Con la compra ya ejecutada, el foco se traslada ahora al futuro inmediato del delantero. El nombre de Diego Díaz comenzó a circular con fuerza en el mercado y clubes del ascenso argentino, como Patronato y Chaco For Ever, además de equipos del fútbol chileno y ecuatoriano, manifestaron interés por contar con sus servicios.

Puertas adentro, la postura es de cautela. Díaz será evaluado por Leonardo Madelón durante la pretemporada, que se llevará adelante entre Santa Fe y Montevideo. El cuerpo técnico entiende que ese período será determinante para medir su adaptación, su rendimiento y su posible rol dentro del plantel profesional.

Por lo pronto, Unión ya hizo su jugada. Aseguró el pase de Diego Armando Díaz, despejó una incógnita pesada del mercado y se reservó el derecho de decidir, con el tiempo y la cancha como jueces, cuál será el próximo paso del delantero.