La incorporación de Nicolás Vazzoler como ayudante de campo de Leonardo Madelón no es un movimiento improvisado dentro de la estructura de Unión. Se trata de una decisión pensada, que combina varios objetivos del club para 2025 y que reconoce en el joven entrenador un perfil que encaja a la perfección con lo que necesita el primer equipo.
Vazzoler, que venía dirigiendo a la Reserva tatengue, se ganó su lugar a partir de un ciclo marcado por la organización, la metodología y un seguimiento minucioso de cada categoría juvenil. Su paso por la conducción de la Tercera dejó actuaciones destacadas y un sello propio, al punto tal que varios entrenadores de las inferiores destacaron su capacidad para ordenar grupos y ofrecer respuestas tácticas claras.
Ese trabajo silencioso tomó mayor visibilidad cuando, tras la salida de Cristian González, debió hacerse cargo interinamente del plantel profesional. Aunque el contexto fue complejo y los resultados no reflejaron su labor, la valoración interna fue muy positiva. Los futbolistas más experimentados del plantel reconocieron su manejo, su forma de comunicar y la seriedad con la que encaró un desafío repentino. En más de un vestuario se escuchó que “estaba preparado”, un elogio significativo para alguien que venía desde la estructura formativa.
La salida de Federico Mociulsky abrió la posibilidad de redefinir el cuerpo técnico de Madelón, y allí apareció el nombre de Vazzoler como primera opción. Su llegada, sin embargo, excede el reemplazo de un puesto: es una señal de que Unión apunta a darle mayor protagonismo a las divisiones inferiores en la nueva temporada. En el segundo semestre, debido a la presión por los resultados, los jóvenes casi no tuvieron lugar. Apenas algunas apariciones aisladas: los minutos de Santiago Grella frente a Central Córdoba en Santiago del Estero y las reiteradas concentraciones de Misael Aguirre, quien aún no logró debutar.
Con Vazzoler trabajando codo a codo con Madelón, la expectativa es que ese vínculo entre juveniles y Primera se fortalezca. Nadie en el club conoce mejor que él el presente, las características y el potencial de los chicos que vienen empujando desde abajo. Su designación, además, busca darle continuidad a un proyecto que pretende que la cantera vuelva a ser protagonista, tanto en el armado del plantel como en la identidad futbolística del equipo.
Unión, en definitiva, no solo suma un asistente: apuesta a un puente directo entre el semillero y el equipo principal, y el elegido para construirlo es un entrenador al que el club considera clave para el futuro inmediato.