LT10 visitó la tumba de Ayrton Senna, leyenda del automovilismo mundial
Los restos del varias veces campeón del mundo de F1 descansan en el Cementerio Morumí de San Pablo
En la previa del Gran Premio de Brasil de F1, el equipo de Velocísimo de LT10 realizó una visita cargada de emoción y simbolismo: el lugar donde descansan los restos de Ayrton Senna, leyenda del automovilismo mundial, que perdió la vida el 1 de mayo de 1994 durante el Gran Premio de San Marino, en Imola.
El recorrido tuvo lugar en el Cementerio Morumbi, en la ciudad de São Paulo, donde desde hace tres décadas reposan los restos del varias veces campeón del mundo. Allí, entre flores, recuerdos y banderas, se mantiene viva la figura de quien para muchos fue —y sigue siendo— El Jefe, el piloto más admirado en la historia de Brasil.
La tumba de Senna conserva una sencillez que contrasta con la magnitud de su legado. A pocos metros se erige un árbol plantado el mismo día de su entierro, símbolo de vida y permanencia. Junto a la sepultura, una bandera brasileña flamea con respeto y una placa con la inscripción “Nada puede separarme del amor de Dios”, resume el espíritu y la fe que caracterizaron al ídolo paulista.
Con el paso del tiempo, el sitio se transformó en un lugar de peregrinación para fanáticos del automovilismo y admiradores de todo el mundo. En los días previos al Gran Premio de Interlagos, la afluencia aumenta: son cientos los que se acercan para dejar flores, mensajes y recuerdos, en un gesto de gratitud hacia quien marcó una época en la Fórmula 1 con su talento, su carisma y su compromiso.
La visita del equipo de LT10 en la antesala del GP brasileño se inscribe en esa tradición de respeto y homenaje. Senna, tres décadas después de su partida, sigue siendo una presencia viva en cada rincón del automovilismo y en el corazón de millones de fanáticos.