A medida que se acercan las elecciones del domingo 30 de noviembre, el clima político en Colón comienza a definirse no solo en nombres y estrategias, sino también en uno de los temas que más interés genera entre los socios: el futuro del director técnico. Y todo parece indicar que, más allá de las diferencias entre agrupaciones, las cuatro listas que competirán en los comicios coincidirían en sostener a Ezequiel Medrán como entrenador del plantel profesional.

Si bien semanas atrás existían dudas sobre la postura de Tradición Sabalera, espacio que llevarí a José Alonso como candidato a presidente —y que podría sumar a José Vignatti en un rol más activo dentro de la lista—, lo concreto es que también en ese sector se habría alcanzado un acuerdo interno para respaldar la continuidad del actual DT. En su momento se mencionaron alternativas como Walter Otta o Gabriel Gómez (ex Patronato), pero esa posibilidad habría perdido fuerza en las últimas horas. Sin embargo, hay versiones cruzadas al respecto.

El principal argumento detrás de esta coincidencia general es doble: una convicción deportiva y una razón institucional. Desde lo futbolístico, los distintos referentes de las agrupaciones valoran el trabajo de Medrán, su conocimiento del plantel y la identidad que intenta construir en un Colón que busca consolidar su regreso. Desde lo administrativo, en tanto, la decisión apunta a evitar un nuevo conflicto contractual, ya que el entrenador tiene vínculo vigente, y una desvinculación podría derivar en un nuevo reclamo judicial, algo que el club no puede volver a afrontar.

Hasta hace algunos días, solo Ricardo Luciani había confirmado públicamente que mantendría a Medrán en el cargo en caso de ganar las elecciones. Gustavo Abraham y Ricardo Magdalena, por su parte, no lo habían descartado, aunque evaluaban otros nombres como Ricardo Pancaldo, Iván Delfino o Leandro Gracián. Sin embargo, en el tramo final de la campaña, todo apunta a que la continuidad del técnico se transformará en una decisión unánime, una señal de estabilidad y consenso poco frecuente en la política sabalera.

De esta manera, Medrán seguirá trabajando con el plantel mientras se desarrolla el proceso electoral, con la tranquilidad de saber que su proyecto cuenta con apoyo transversal. La nueva comisión directiva que asuma el 1 de diciembre tendrá así un punto de partida común: un entrenador confirmado, un plantel en pleno proceso de reestructuración y el desafío de devolverle a Colón la competitividad que su historia exige.