Las gestiones de Unión para avanzar en la compra del predio Casasol atraviesan un momento de incertidumbre. Si bien las primeras charlas entre la dirigencia y la familia Malvicino —propietaria de los terrenos— habían sido muy positivas y hasta se hablaba de un principio de entendimiento, en los últimos días habrían surgido diferencias.

Estaba prevista una nueva reunión para delinear los pasos a seguir en la operación y, según trascendió, otros oferentes aparecieron en escena, lo que presionó sobre el valor de la propiedad y complicó las posibilidades de Unión, que solo podría afrontar una compra a través de cuotas. Aún así, el monto total también estaría por encima de lo que el club puede ofrecer.

En medio de los rumores que circularon, se descartó la posibilidad de un desalojo inmediato del predio, aunque sí se reconoce que el panorama no sería tan alentador como semanas atrás.

Por el momento, la negociación no está caída, pero sí fría. La dirigencia rojiblanca mantiene la intención de seguir dialogando, aunque el contexto económico y la competencia de otros interesados ponen en pausa una tratativa que parecía encaminada. Habrá que ver cómo evoluciona la historia en los próximos días, mientras el Tate intenta conservar un espacio que considera clave para su estructura deportiva y formativa y la idea primaria de la familia Malvicino de que el predio termine siendo de Unión.