En medio de un mercado de pases que se presenta hostil, con pocas oportunidades y negociaciones trabadas, Unión recibió una buena noticia en el plano económico: Independiente completó el pago de la segunda cuota por la compra de Federico Vera, lo que representa una inyección de 500.000 dólares para las arcas del club.
La operación por el defensor se había concretado en julio de 2024, cuando el Tatengue oficializó su venta al club de Avellaneda por un total de 1.100.000 dólares, a abonarse en dos tramos. En aquel momento, Independiente adquirió el 90% del pase y Vera firmó contrato hasta diciembre de 2028.
El segundo pago, que era esperado para este año, ya fue acreditado, y con esto la deuda quedó completamente saldada. La dirigencia de Unión valoró la operación desde el primer momento, no solo por el monto global, sino también por la claridad en los términos de pago y la voluntad del jugador de dar un salto en su carrera.
Si bien la salida de Vera significó una baja sensible para el equipo desde lo deportivo, su transferencia dejó un impacto económico positivo en un contexto complicado. El ingreso reciente representa un alivio financiero en plena etapa de negociaciones, en la que Unión busca reforzarse y cerrar operaciones que, hasta ahora, se vienen demorando más de lo previsto.
Este segundo pago podría acelerar algunas gestiones pendientes o permitir cerrar incorporaciones clave que apuntalen al equipo de Leonardo Madelón de cara a la reanudación de la competencia. En un mercado que exige astucia y recursos, este cobro llega en un momento justo.