El reloj corre y en Unión no hay espacio para la pausa. Mientras la fecha del 24 de mayo aparece en el horizonte con la importancia de definir el futuro institucional del club en las elecciones, el presente inmediato exige decisiones y resultados urgentes. En lo deportivo, el regreso de Leonardo Madelón como entrenador marca el inicio de una etapa donde cada partido puede ser determinante.

Belgrano, una final anticipada

El primer gran desafío del nuevo ciclo llegará rápido: este viernes, desde las 18, Unión recibe a Belgrano en la última fecha del Torneo Apertura de la Liga Profesional. No es un partido más. La tabla acumulada, que definirá un descenso a la Primera Nacional, tiene al Tatengue comprometido y con la obligación de sumar para alejarse del fondo. Cualquier resultado que no sea una victoria complicaría aún más el panorama.

El club apostó por un nombre de la casa para reconducir el rumbo. Madelón, viejo conocido y protagonista de algunas de las mejores campañas del equipo en la última década, vuelve a ponerse el buzo de DT. Pero esta vez, el margen de maniobra es escaso: no hay tiempo que perder.

El sueño continental también está en juego

Mientras pelea por no caer, Unión también mira hacia arriba. La clasificación a una copa internacional en 2026 es una posibilidad que aún se sostiene, pero que requiere puntos de manera urgente. Ganarle a Belgrano no solo aliviaría la presión del descenso, sino que también mantendría viva la ilusión de pelear por un lugar en la Sudamericana.

En ese contexto, cada partido se juega con doble peso: sobrevivir y proyectar.

La Copa Sudamericana, una ruta que aún permite soñar

A nivel internacional, Unión todavía tiene chances de avanzar de fase en la Copa Sudamericana, pero el margen es mínimo. El próximo miércoles 7 de mayo, recibirá a Palestino en el 15 de Abril, por la cuarta fecha del Grupo E. El Tatengue marcha tercero, a tres puntos del conjunto chileno, y con diferencia de gol negativa.

Ese partido será, en términos prácticos, un cruce directo por la clasificación. Un tropiezo podría dejarlo sin posibilidades. Si gana, el panorama mejora: luego será local ante Mushuc Runa, donde nuevamente necesitará sumar de a tres para viajar a Belo Horizonte con vida, y jugarse todo ante Cruzeiro en la última jornada.

Elecciones en la recta final

Todo esto se desarrollará mientras en Unión se vive una campaña electoral intensa. El 24 de mayo se elegirá a la próxima comisión directiva, en una votación que llega en un momento delicado, y en la que el contexto futbolístico puede pesar.

Para entonces, el equipo ya habrá disputado tres encuentros claves: ante Belgrano, Palestino y Mushuc Runa. Según los resultados, el clima interno puede variar radicalmente, tanto en el humor del hincha como en el escenario político.

Madelón, entre urgencias y esperanzas

En este combo de tensión, expectativa y necesidad, Madelón tiene la difícil misión de ordenar el equipo, recuperar confianza y conseguir resultados. No hay margen para esperar una construcción a largo plazo: lo que se necesita es impacto inmediato, reacción, carácter.

Y así, entre la calculadora, los pasajes a futuro y los votos que decidirán el rumbo institucional, Unión vive días donde todo parece jugarse a la vez.

La permanencia, la Copa, el proyecto y la política. Unión tiene por delante semanas donde cada paso cuenta, y donde el margen de error es mínimo. En el fútbol, como en la vida del club, llegó la hora de decidir.