Tras otra mala producción, y derrota, de Colón en Superliga, la continuidad de Pablo Lavallén definitivamente tiende de un delgado hilo. En Colón dijeron basta, se cansaron de que no se sepa a que juega el equipo, del pulga “de nueve” entre los centrales, de algunas respuestas que buscaban justificar derrotas y sobre todo de la falta de resultados.

Suena ilógico que un técnico que está en semifinales de la Copa Sudamericana sea tan cuestionado, pero si no fuera por el certamen internacional, hace rato Colón hubiera cambiado el técnico.

Los números no mienten, en Superliga solo ganó un partido de 7 jugados, solo empató dos y perdió el resto, le convirtieron 11 goles e hizo 5. Lo que agrava la situación es que el torneo anterior terminó penúltimo y ahora está más que comprometido con los promedios. Lavallén ya no tiene el apoyo dirigencia, hace un tiempo que ya no se confía que el DT pueda dar vuelta una situación en la que él mismo se metió.

Algunos dirigentes quieren darle la oportunidad de que dirija estos próximos dos partidos, mientras que otros sectores piden que se vaya ya.

Además no hay peros, en Colón le armaron el equipo que pidió, gran parte de los futbolistas que puso sobre la mesa, llegaron. Tal vez por rendimientos o simplemente por cosas del fútbol el paso de Lavallén sea malo, pero su estadía es una agonía lenta que aguarda su final.

¿Y vos que pensas?