Colón vivió una noche histórica, por primera vez se metió en semifinales de una Copa Sudamericana y es uno de los mejores cuatro equipos del torneo. El marco fue espectacular, a cancha llena, ya que ambas tribunas sur no fueron habilitadas por la  finalización de la construcción de la platea alta.

En momentos claves los hinchas empujaron e hicieron que el equipo responda dentro del campo de juego. En comparación a partidos anteriores los precios de las entradas no era muy accesibles, el socio debía pagar más de $500 peros por una general, para los no socios se elevaban a $800.

Para este encuentro los directivos tomaron una decisión que los hinchas exigían hacen mucho, bajaron un poco el precio de las entradas y realizaron una promoción especial. De esta forma le dieron una mano al hincha, que estaba ahí, esperando y juntando algunos pesos para poder ver a su equipo en tiempos de bolsillos flacos.

Algunas veces hay que entender de momentos. Pueden ser emocionales, culturales y en este caso, económico. Que las tribunas desborden de hinchas tuvo que ver con ello, con el precio acorde del bolsillo de los simpatizantes de Colón.

Después de mucho tiempo se pudo ver a la familia sabalera en el estadio, ya que pagar tres o cuatro entradas para un espectáculo de fútbol, hoy, no es para todos los días. El hincha de Colón respondió, solo había que ayudarlo.