Lt 10

La discusión sobre la reforma y unificación de los códigos Civil y Comercial, que fijará las nuevas normas que regirán la vida de los argentinos, llenó ayer a la tarde el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), donde el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Ricardo Lorenzetti brindó la conferencia de cierre del panel que propuso este debate en Santa Fe, mientras continúa el trabajo de la comisión bicameral que aborda esta reforma en el Congreso.

Lorenzetti reflexionó sobre los aspectos principales del proyecto elaborado por la comisión que preside, redactora de la propuesta de unificación de los códigos, y tras advertir que pareciera “abrumador” abordarlo, aseguró que son temas conocidos y debatidos por la comunidad jurídica desde hace más de 30 años. “No son temas desconocidos, no son grandes novedades técnicas, pero sí este proyecto se propone grandes cambios de paradigma para el derecho”, aseguró.

“La unificación del Código Civil y Comercial va a regular situaciones que ya existen, no va a transformar la realidad. El nuevo código está enfocado en resolver los problemas de la gente, porque si no damos respuestas a las preocupaciones y problemas de los ciudadanos, el derecho pierde credibilidad”, enfatizó.


El espíritu del proyecto

La UNL fue la anfitriona del debate sobre la reforma de los códigos Civil y Comercial en Santa Fe, instancias que se vienen concretando en ciudades de todo el país, por lo que fue el rector Albor Cantard quien abrió la jornada al expresar que “este proyecto representa un hito fundamental en la historia jurídica y en la consolidación de nuestro sistema democrático y republicano”.

El compromiso con el debate y el intercambio de opiniones entre los gestores de la reforma y la sociedad fue el concepto que aunó todas las opiniones vertidas en la tarde de ayer. Coincidieron en este sentido los tres panelistas que ofrecieron sus puntos de vista, los legisladores nacionales Ricardo Gil Lavedra, Agustín Rossi y Rubén Giustiniani.

Cada uno, desde su perspectiva, mencionó el compromiso por abordar esta reforma del Código Civil que elaboró Dalmaso Vélez Sarfield y que rige desde hace 141 años. “Los tres referentes de distintas fuerzas políticas que estamos aquí hoy, vamos a coincidir en los trazos fundamentales de este proyecto y en el espíritu que impregna el proyecto. Ninguna ley, como el código civil, tiene relación tan directa con la vida de la gente, por lo que tiene que ser generacional, debe ser sustancial y una cuestión de Estado”, mencionó Gil Lavedra.

“Es difícil instalar el debate sobre el nuevo Código Civil y Comercial en el día a día de las familias, pero es importante que logremos llegar a toda la sociedad sobre sus aspectos positivos como el reconocimiento de las uniones convivenciales, las familias ensabladas, el matrimonio igualitario, simplifica el régimen de adopción, cambia la patria potestad por la responsabilidad paternal”, indicó Giustiniani entre otros puntos.

Mientras que Agustín Rossi, además de repasar varios puntos que incluye la nueva propuesta hizo hincapié en el proceso de debate en que se ha sumergido este proyecto, tanto en el Congreso como en las audiencias públicas replicadas en el país, para indicar luego que “este código es realmente progresista y que siempre apuesta a la autonomía del ser humano”.

Y en el mismo camino abrevó Lorenzetti: “Esta es la hora del Congreso, allí debe debatirse. Hemos logrado un tratamiento participativo y plural. Es la hora de ser capaces de generar un código para las generaciones que nos siguen”, opinó el presidente de la Corte, quien también ayer fue nombrado visitante ilustre de la ciudad por el intendente José Corral.

El Paraninfo estuvo colmado de público y también allí estuvieron autoridades universitarias, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL, de la provincia, intendentes y representantes de los poderes Legisltivo y Judicial santafesinos.

Sujetos de derecho

“Este será el primer Código Civil que regule el derecho privado y los de incidencia colectiva. Los códigos siempre regularon al individuo sobre el bien patrimonial, pero se debe regular la titularidad colectiva de un bien patrimonial, como los de los pueblos originarios – continuó Lorenzetti-- También se deben regular los bienes no patrimoniales, como el cuerpo. Porque la relación de cada uno de nosotros con nuestro cuerpo será el tema de nuestros hijos y nietos. Vélez Sarsfield no podría tratarlo porque la sociedad de su época no se lo permitía. Este será el primer código en tener diversa tipicidad de derechos y de bienes, será el más amplio”, definió.

Echando mano a la historia, recogió que la norma redactada por Vélez Sarsfield estaba pensada para un hombre masculino, de clase media alta y educado. “Hemos tratado de ser inclusivos, de modo de tratar no sólo al hombre, también a la mujeres, y por ellos los principios de no discriminación. Pero también está el niño al que se lo considera sujeta de derecho, como por el derecho a conocer su identidad o a estar en juicio, también el adolescente y las personas de edad avanzada”, detalló.

Como en toda su alocución, Lorenzetti recurrió a vivencias cotidianas de toda persona para graficar las modificaciones propuestas a los códigos, como el crecimiento de la expectativa de vida humana que obliga a tener especial consideración de los adultos. “En poco tiempo más tendremos mucha gente adulta y esto impactará en la seguridad social. Dedemos respetarlos porque van a ser vulnerables, vamos a ser vulnerables”, se corrigió.

Más adelante se refirió a la modificación sobre la carga de autoinformación. “El actual código parte de la base que la carga de información le pertenece a cada uno, si uno no se informó es culpable. Esto es imposible que suceda en la vida cotidiana –reflexionó-- Si uno sube a un tren, lo que es un contrato, y quiere averiguar cómo está el maquinista, el estado de los vagones y las vías, es imposible que suceda. Lo mismo en un supermercado, uno no puede preguntarle al cajero cómo está compuesto cada producto. Por eso es importante modificar la carga de la autoinformación y que el otro advierta sobre los riesgos. Esto es un cambio fundamental en el derecho, pero en la vida cotidiana, la sociedad sigue viviendo más o menos como desea”, opinó.