Se sabe que el amateurismo sufrió, sufre y sufrirá con este presidente en Colón, una de las instituciones con más seguidores pero donde el motor es el fútbol profesional.
De hecho hasta puede parecer sorprendente que se reactive la pileta del club después de aquel juicio millonario, cuando a cada una de las disciplinas que no giren en torno a la “número 5” transitar cada temporada se convierte en un verdadero calvario de incumplimientos y faltas de respeto.
El básquet de Colón había iniciado 2018 con otras expectativas. Un buen cuerpo técnico y mucha materia prima terminaron por poner al equipo en las semifinales del Torneo Dos Orillas. Más allá de que quedó en el camino como local en la tercera semifinal contra Alma Juniors, el balance general cerraba y era por demás de positivo.
Entonces el segundo semestre se vislumbraba con dos objetivos: pelear por llegar a las semifinales en el Oficial y evaluar la posibilidad de reinsertarse en la Copa Santa Fe. Pero comenzaron los problemas de todo tipo, con una realidad que puso al Sabalero en el cruce reclasificatorio contra Regatas pasa zafar del descenso.
Precisamente contra el Lagunero pero en la fase regular, fue el primer foco de tormenta cuando al DT Diego Tuosto le acercaron un dinero, parte de lo adeudado, para que revea la medida y se sentara en el banco de relevos. Ya el quiebre con el resto de los técnicos hizo mella en el plantel, se lesionaron varios jugadores (uno de ellos aún no se pudo operar) y las consecuencias son lógicas.
Tuosto dejó al equipo en la A1 (Colón y Rivadavia jamás descendieron desde este sistema de disputa del Oficial en 2006) y dio el paso al costado, cansado de tantas situaciones irregulares. El mismo camino tomarán Diego Vicino y Sebastián Gaztambide. Ambos ya fueron sondeados por clubes locales y seguramente en los próximos días conseguirán trabajo.
José Azuaga, encargado del básquet rojinegro, reconoció a MP que el presupuesto fue aprobado para la temporada 2019, aunque con estas determinaciones tendrá que salir al mercado, flaco cada vez más de entrenadores, con el objetivo de conseguir reemplazantes. La historia, lejos de terminar, recién se pone en marcha y con muchos jugadores que también definirían irse del club del barrio Centenario.